El comerciante Marcelo Ramírez dormía la siesta cuando lo despertó la Policía para decirle que había sido víctima de los amigos de lo ajeno.
Ocurrió ayer, cuando, un par de chicos rompieron el vidrio de una de las ventanillas su Renault 11 gris y se llevaron “el estéreo, los documentos de mi mujer y mi hija y unas chirolas (poco más de 10 pesos) que me habían quedado del vuelto de un peaje”, dijo a EL DIARIO el damnificado, dueño del supermercado Supermágico, ubicado en avenidad Universidad y Manuel Ocampo.
“Justo en el momento en que estaban robando, un policía, que es cliente del súper y que en ese momento iba de civil, los vio y los corrió. Le tiraron con el estéreo y se escaparon”, contó Ramírez.
“El estéreo se rompió, por supuesto, pero en realidad lo que a mí me importaba eran los documentos de mi mujer y mi hija; así que me fui hasta el barrio Los Olmos - creo que los ladrones son de ahí - y le dije a unos conocidos que hicieran correr la voz de que si me devuelven los documentos les regalo el estéreo”, confió el comerciante.
“La Policía del CAP se portó bárbaro; pero cuando volví a mi casa, en el auto, vi que al frente había dos mujeres policías: una de la provincial y otra de Tránsito. Pensé que me estaban esperando para tomarme algún testimonio o para decirme algo de los ladrones o una cosa por el estilo, y fui hacia ellas. Hice 20 metros a contramano. Cuando llegué, me multaron. No lo podía creer y discutí con la agente de Tránsito. En eso pasa una clienta y me pregunta qué me pasa. Yo, medio nervioso por lo del robo y lo de la multa, le contesté haciendo una referencia poco feliz en contra de la inspectora municipal. Entonces me multaron por la mala maniobra y por insultar a la policía de tránsito. Sin embargo, ellas a mí me trataron bastante mal y yo no pude decir nada”, narró Marcelo Ramírez, quien de paso se quejó de que “han hecho obras en la calle, frente a mi casa, levantando tanto el cordón vereda que me resulta casi imposible subir el auto para guardarlo”.
El comerciante dormía la siesta ayer y tal vez tenía un dulce sueño. De repente, despertó a una suerte de pesadilla: sobre robado, multado.
Finalmente, por el hecho fue detenido un chico de 15 años, quien quedó a disposición de la jueza de Menores.

Una cámara de fotos

En tanto, poco antes del mediodía de la víspera, Mariela Paris (39) denunció que había sido víctima de los ladrones en su casa de la calle Carlos Pellegrini al 1000.
La mujer denunció que durante su ausencia, los cacos habían ingresado a la casa tras violentar el ventiluz de la puerta que da al patio y le robaron una cámara fotográfica.

Otra moto

Asimismo, las motos siguen siendo uno de los botines más preciados de los rateros y no pasa una jornada sin que den cuenta de alguna o varias de ellas.
Durante la tarde del martes, minutos antes de las 20, Estela Basea (49) se presentó en la Comisaría de Distrito para denunciar que le habían sustraído la moto. Se trata de una Honda Elite blanca, patente 970 SNE, la había dejado estacionada en la calle Bolívar a la altura del 1300 con la traba del volante accionada. Pero, como se ha dicho en otras oportunidades, eso no intimida a los delincuentes.