Escribe: Diego Pellegrini (h)

La historia se define dentro de siete días. Colón llegó a Ticino con la esperanza de poder liquidar el bicampeonato pero no. Los resultados de los rivales por el título hicieron que el último campeón, a pesar de vencer por 4 a 2 al Atlético, tenga que estirar todo a una gran definición para el próximo fin de semana.
No hay dudas de que el conjunto cabralense cumplió con lo que necesitaba, sumar los tres puntos y seguir en el tope de las posiciones, dependiendo de sí mismo en esta recta final. Claro que para seguir arriba tuvo que batallar ante un rival que, por momentos, le complicó la historia y lo hizo renegar más de la cuenta.
El cotejo comenzó a pedir del visitante. Porque a los 2 minutos, Diego Gabetta ya estaba festejando la apertura del marcador. Fue gracias a un desborde de Diego Ceballos que terminó en centro al segundo palo, para el frentazo del ex Hipólito Yrigoyen.
Todo era color de rosa para el “sangre y luto”, manejaba el partido sin problemas ante un Atlético Ticino que no lograba dar dos pases seguidos. Diego Rivera y Claudio Grande eran los jefes del medio campo y nada podía hacer el local ante los ex Alem.
Pero a los 10´, la pelota llegó al área de Julio Giraudo en forma aérea. Luciano Luppo cometió el error de interceptar el balón con la mano, y el juez marcó penal. Ticino se encontraba con una gran posibilidad casi sin rematar al arco. Finalmente, Juan Bianchi cambió la pena máxima por gol.
El empate abría una puerta de esperanza a las aspiraciones del “albirojo”, teniendo en cuenta el estímulo que significaba el 1 a 1 reciente. Pero nada de esto sucedió.
Colon agarró nuevamente el balón, aceleró y llegó, cuatro minutos más tarde, al 2 a 1. Porque Rivera tomó la pelota y verticalizó para José Navarro, que llegaba vacío. El “Pepe” imitó a Ceballos en el primer gol y le puso el pase en la cabeza a Gabetta, para que el volante convierta el segundo en su cuenta personal.
El puntero del torneo ganaba el encuentro con dos jugadas similares y comenzaba a soñar, porque Alumni e Hipólito Yrigoyen no sumaban de a tres.
Golpeado por la derrota transitoria, Ticino comenzó a adelantarse en el campo gracias a las apariciones de Lucas Sachetto, que era de lo mejor en el equipo de Laureano Romero.
De esa manera, los locales, pasando los 25´ empezaron a levantar. Primero, fue una clara chance la que no pudo liquidar Marcio González, tras pase de Sachetto. Luego fue un remate de Waldemar Carranza, desde afuera del área, que Giraudo tapó sin problemas.
Por último, la más clara estuvo en el frentazo golaedor de Matías Bettiol, que mandaba la pelota al fondo de la red pero Martínez lo anulaba, por un presunto empujón del defensor previo al gol.
El primer tiempo terminaba y daba la sensación de que el resultado era un tanto injusto con los locales.
Pero la jerarquía del último campeón permitió que en el inicio del complemento todo se defina a favor de los de Arroyo Cabral. Porque a pesar de que en la primera jugada Bettiol falló lo que era el 2 a 2 con otro frentazo, tres minutos más tarde, el partido se definía con una ráfaga de Colón.
A los 3’, Pablo Alvarez ganó en el área, tras una pelota parada, y puso el 3 a 1. Un minuto más tarde, fue el “Cuchillo” Ceballos quien apareció por derecha para mandar un centro envenenado que rebotó en Bettiol y terminó en el cuarto. Partido liquidado.
El descuento de Lucas Sachetto, empujando la pelota abajo del arco, parecía que podía llegar a preocupar al “sangre y luto”, pero la falta de ideas en ofensiva hizo que Ticino casi no generara otra situación más.
En el Atlético ingresaron Lescano, Machado y Figueroa pero la cosa no cambió. Tomás Fernández y Diego Luque fueron los recambios en la visita buscando piernas frescas.
Lo cierto es que Colón se dedicó a manejar la pelota y apostó a las corridas de Ceballos y compañía, sabiendo que tenía todo controlado y que el título se definía en la última fecha, en otra definición apasionante.