Almendra Vergara Montenegro, la niña de seis años que padecía leucemia, falleció ayer en el Hospital de Niños de Córdoba, al que había sido llevada nuevamente de urgencia al anochecer del sábado último.
Ese día y el domingo, cientos de personas se movilizaron hacia el local de Cáritas, respondiendo al llamado de esa entidad y Red Solidaria, que mediante una Feria Americana reunieron fondos para ayudar a su familia en el costoso tratamiento.
Mirta, la abuela de Almendra, le decía a una cronista de este medio que la niña estaba “muy cansada” y “desde hace 20 días no se alimenta bien y es difícil que esté fuera de la cama”.
“Igual, su gran deseo era mojarse los pies en el río y la llevamos”, agregaba.
Después de ese episodio, se sintió peor, por lo que se decisió su traslado a Córdoba, al mismo centro asistencial en el que había permanecido durante meses. Todo el esfuerzo de los médicos que volvieron a tratarla resultó inútil y su cuerpecito finalmente sucumbió ante la terrible enfermedad.
Ahora ya son las lágrimas que golpean las teclas, las mismas que mojan el papel entintado, las de cientos de personas que con fuerza armaban la esperanza.