El jueves festejará 32 años de vida. O al menos repetirá ese ritual celebratorio que desde niña viene practicando según indica, con fuerza de ley, su Documento Nacional de Identidad. Desde los 20 años, Paola Romina Favole sabe que es adoptada pero recién este año, a poco de contraer matrimonio y radicada en Buenos Aires, decidió buscar su verdadera identidad. Hasta ahora cuenta con versiones a medias tintas y más dudas que certezas. Esta es su historia, relatada vía mail a EL DIARIO, donde decidió hacer público su caso.
¿En qué momento de tu vida comenzaron los interrogantes sobre tu identidad?
- Desde muy chiquita. En mi niñez me comparaba con mis padres y mi hermana menor (Andrea, quien sí es hija biológica) y trataba de encontrar algún parecido físico, algún detalle, por mínimo que sea, pero no encontraba nada que me haga parecer a ellos. Mi hermana sí es parecida tanto físicamente como en su personalidad a mis padres adoptivos. Recuerdo que en mi niñez yo jugaba a que era adoptada.
¿Cuándo te enteraste que vos eras adoptada?
- Me enteré a los 20 años. Todo mi entorno sabía que yo no era hija biológica, tanto mis amigos como mis familiares y conocidos. Le pregunté a mi mamá y ella me dijo que sí, que no era su hija. Que nunca me dijo nada porque mi padre y el médico de la clínica donde yo supuestamente nací, no querían decirme la verdad sobre mi origen.
¿Sabés o tenés alguna hipótesis sobre quiénes son tus verdaderos padres?
- Recién con 31 años decidí buscar la verdad. Yo supuestamente nací en Villa María, en la clínica privada de un médico local. Este médico siempre estuvo muy allegado a mi familia y a mí. Entonces como primera medida fui a hablar con él, pensando que me iba a dar datos contundentes a cerca de mi origen, pero no fue así. La versión del doctor ante mi pregunta sobre mi madre biológica fue la siguiente: "Tu madre llegó a mi clínica (estaba en la calle Rivadavia entre Mendoza y Entre Ríos) derivada de una partera, también de Villa María. Vos estabas mal ubicada en la panza y tuve que hacer cesárea. Tu madre biológica dijo ser correntina, maestra. Era una mujer de aproximadamente 25 años, muy bonita y muy parecida a vos. Parecía una mujer culta. Había sido abusada por un señor mayor alemán. Tu madre se negó rotundamente a decir su nombre y tampoco quiso firmar la historia clínica, la que se perdió y además estaba agendada como NN". Tampoco sé exactamente el día de mi nacimiento, puede ser el 23, 24 ó 25 de diciembre de 1977. Estos son los únicos datos que tengo, nadie sabe nada. Fui a hablar con la enfermera que trabajó en la clínica en esa época y que asistió a mi madre biológica, pero no recuerda nada. También fui a hablar con la partera que derivó a mi madre biológica a la clínica donde yo nací y tampoco recuerda nada. El doctor, la partera y la enfermera son personas de aproximadamente 80 años o más, que no recuerdan qué pasó hace casi 32 años atrás.
¿Qué fecha y lugar de nacimiento figura en tu DNI?
- Estoy inscripta en la localidad de Hernando, el 24 de diciembre de 1977 como hija biológica de Nelso Antonio Favole y Esther Ana Martina quienes son mis padres “adoptivos”.
¿Cómo fue el recorrido de vida?
- Yo nací en Villa María donde viví hasta los 26 años con mi familia. Me vine a vivir a Buenos Aires con mi actual marido en 2004. Se llama Juan Emilio Alemis, quien es correntino (como dicen que es mi madre biológica, una gran casualidad). Nos conocimos prácticamente por chat hasta que la vida nos unió hace casi seis años atrás. Actualmente no trabajo y estoy recibida en Ingeniería en Sistemas. Unos días antes de buscar mis orígenes, estaba averiguando para estudiar magisterio. Me gusta mucho tratar con niños y cuando fui a hablar con el médico me dijo que mi madre biológica era maestra. ¡Vaya asombro el que me llevé!
¿Fuiste a investigar tu pasado a Abuelas?
- He ido y llamado a varias agrupaciones. En Abuelas me atendieron muy bien, pero en mi caso, si el médico, quien es la única persona que puede saber algo sobre mis orígenes, no quiere hablar, no hay nada que se pueda hacer. Lo que sí realicé fue el trámite en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde te extraen una muestra de sangre. Pero me explicaron que los resultados tardan seis meses o más. Es más, me dijeron “que esperara sentada”.
¿Tenés alguna hipótesis de lo que te pasó?
- No, absolutamente no. Tampoco sé si la versión que me dijeron es cierta o fue una historia que se inventó en el momento para salir del apuro. Ni mi madre del corazón ni familiares ni amigos saben nada. Mi padre adoptivo murió en 2002. Hace poco me contaron una versión de que mi madre podría ser la hija de una importante farmaceútica de Villa María.
¿Qué esperás al ver publicada esta nota?
- Espero con esta nota, que si alguien tiene algún dato sobre mi madre biológica, me lo quiera transmitir. Yo nací cerca de una Navidad y en una etapa crítica de nuestro país, no es una fecha o período fácil de olvidar. A lo mejor mi madre biológica puede leer esta nota y si es así quiero que sepa que no tengo rencores, creo que dar un hijo/a al cuidado de otra persona o pensar que otra persona puede criar a su propio hijo mejor que uno mismo es un gran acto de amor. Sólo quiero tener la posibilidad de conocerla. Verme reflejada en ella, ya que según el médico me dijo que era muy parecida a mí.