Cuando apenas pasaban los primeros minutos de la Nochebuena, todas las personas que transitaban las cercanías del Balneario, más precisamente “el puentecito” de las compuertas que une con el Prado Español, fueron testigos de un espectáculo irrepetible.
Ante el anuncio de una crecida del Ctalamochita, situación lógica para esta época del año, luego de la cantidad de milímetros de agua caída en la región y particularmente río arriba, una cantidad inusitada de pescadores en el lugar no se hizo esperar, teniendo en cuenta el momento especial de sobremesa de la Nochebuena.
Tres de las cuatro compuertas del Balneario Municipal Juan Carlos Mulinetti estaban abiertas y dejaban pasar cada vez más agua hasta que del otro lado del paredón, que divide el curso de agua que baja precisamente de las compuertas del resto del Balneario. Fue ahí que se comenzó a congregar una innumerable cantidad de peces, formando un colchón de “bagres, dientudos y sábalos”, a decir de los especialistas de la pesca.
Los primeros peces que quedaron varados en el gran terraplén no dejaron que los que les seguían continuaran su curso natural y fue precisamente en esos momentos que se alojaron cientos de ellos, tratando de zafar de esa incómoda situación.

@En busca de la presa

En ese instante llegaban de distintos puntos, improvisados pescadores con bolsas, rastrillos, palos, “chuzas” y todo elemento que pudiera servir para la aprehensión.
Y también en ese momento comenzó un peligroso descontrol: menores que se descolgaban desde los cables que proveen electricidad al alumbrado de la remozada pasarela, chicos y no tan chicos que se acercaban a las turbulentas, y a esa altura, ya crecidas aguas, para atrapar su presa.
Al comenzar a rescatarse los primeros ejemplares en la punta de la explanada, como por arte de magia comenzó a desaparecer poco a poco toda la cantidad acumulada de peces.
Fue en esos instantes que los jóvenes lectores Juliana (15) y Pablo (12) que transitaban circunstancialmente por el lugar apreciando la gran crecida, capturaron con su cámara esos especiales hechos y nos lo hicieron llegar a nuestra Redacción.
Como decimos siempre en cada lector, un corresponsal de nuestro diario.
A ellos como siempre, muchas gracias.