Los taxistas de Villa María están trabajando en un proyecto por el cual contarían con una planta de GNC propia, según reveló ayer Sergio Rodríguez, el presidente de la Cámara de Permisionarios de Taxis.
Consultado por EL DIARIO cuando se retiraba del Palacio Municipal, donde en horas de la mañana se reunieron con el intendente Eduardo Accastello, precisó que “no nos interesa vender al público” ni “tampoco obtener ganancia para la Cámara”, sino que hacia lo que apuntan es a “mejorar la calidad de vida de los choferes, una mayor rentabilidad y también recuperar a los chicos que están en la calle”, mediante la apertura de un lavadero.
Rodríguez dijo que la planta demandaría una inversión de un millón de pesos y se barajan varios puntos de ubicación, como alguna instalación en desuso.
Si bien advirtió que la idea “está muy verde”, aseguró que “la llevaremos adelante”.
Los trabajadores evalúan que la planta podría ser administrada por AERCA, la Municipalidad y dicha Cámara y que “los fondos sean para pagar sueldos y para la construcción de un lavadero y si resulta un excedente que sea destinado a obras de beneficencia”.
El representante del sector comentó que, en la charla con el jefe del Ejecutivo local, se tocaron diez puntos, que fueron más allá de la tarifa.
“La Municipalidad tiene que saber que las líneas de créditos de los bancos son muy altas” y que así “no se puede cambiar el auto”.
Rodríguez reveló que se trató, además, el tema de las paradas de estos coches que transportan pasajeros.
“Hay cinco para taxis y no hay paradas de ascenso y descenso”, subrayó.
Por otro lado, se lamentó por quien tiene que soportar el pago de las multas.
“Las tienen que abonar el conductor y no el propietario del taxi, que es el que paga siempre”, aseveró.

El blanqueo

Rodríguez también dirigió palabras para Daniel Vidal, del Sindicato de Peones de Taxis, al ser consultado por la prensa.
“Deberá entender la realidad del chofer”, contestó en relación a posibles notificaciones a permisionarios por la falta de blanqueo.
Indicó que con diez u once horas de trabajo perciben dos mil pesos, por lo que estimó que “el permisionario no va a blanquear media jornada; lo hará por todo o se buscará otro camino”.
“Es imposible que un chofer brinde 380 pesos para aportes, es la realidad”, resaltó Rodríguez.