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San Cayetano, según los internos de la cárcel de esta ciudad. Alumnos y docentes muestran el cuadro mural que será instalado en la pared de la panadería de la cárcel de barrio Belgrano |
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Un grupo de alumnos del taller de dibujo y pintura que funciona en el Establecimiento Penitenciario N° 5 de Villa María, coordinados por la profesora Miriam González y el artista plástico Nicolás Walker, ambos representantes de la Escuela Superior de Bella Artes Emiliano Gómez Clara de esta ciudad, realizaron un mural cuyo tema central fue San Cayetano, en el marco del estudio del arte bizantino, mitos y ofrendas, según refirió la propia docente a EL DIARIO.
La técnica seleccionada para la confección del mismo fue la del mosaico, muy utilizada durante el período Bizantino, explicó González.
El original del trabajo será colocado en los muros de la panadería de la propia penitenciaría en el mes de diciembre, durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Pero también, una reproducción de la obra plástica será el motivo impreso en las tarjetas de salutación que entregará el Establecimiento Penitenciario local este fin de año y ya está en la tapa de la invitación a la colación de grado de los alumnos primarios y secundarios de la cárcel, comentó la docente a cargo del taller.
San Cayetano
Cabe consignar que, en el transcurso del año 2009, internos y autoridades de la cárcel de barrio Belgrano construyeron con esfuerzo una panadería que fue inaugurada en el mes de noviembre de ese mismo año.
Aprender el oficio de panadero les brinda a los internos la posibilidad de insertarse laboralmente en la sociedad, a través de un trabajo digno, una vez que hayan recuperado su libertad.
Además, el oficio aprendido les permitió elaborar su propio alimento y el que diariamente es llevado a la mesa de cada una de las personas que conviven tras los muros del penal.
“Llegar a comprender el mensaje que brinda ‘San Cayetano’ a través de la multiplicación de los panes, es adquirir valores morales que nos conceden la posibilidad de lograr metas a partir del trabajo para poder crecer espiritualmente y materialmente y que no nos falte el pan de cada día”, señaló Fernández.
“San Cayetano fue un sacerdote y apóstol que dedicó su vida a promover la obra de Dios, ayuda y sirve a gente desprotegida y enferma y liberó de la miseria a los pobres y marginados, combate la herejía, vela por la pureza de la fe y es defensor de una pobreza absoluta.”
En el siglo XXI es venerado por multitud de cristianos como el santo de la providencia y en Argentina comienza a difundirse junto con la espiga de trigo “símbolo del pan y del trabajo” y es considerado “abogado de lo cotidiano y del pan de todos los días”, explica la profesora.
“El arte Bizantino se desarrolla en el Imperio Romano de Oriente y dura aproximadamente 1.000 años, desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 hasta la toma de Constantinopla en el año 1453.
Evolucionaron en su arte y arquitectura para satisfacer las necesidades de Iglesia Ortodoxa, promoviendo el culto popular a los íconos, retratos de santos y vírgenes representadas en posición frontal y de manera estilizada sobre distintos soportes como pinturas murales o mosaicos.
“El mosaico” es el arte de crear diseños figurativos o geométricos incrustando en cemento trozos de vidrio, piedra, terracota y otro material en superficies planas como paredes interiores, suelos, muros”, fundamentó Fernández.
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