Mientras la presidenta Cristina anunciaba que “Tutankamón” podría estar en la Argentina, algunos dirigentes cruzaban los dedos pensando en la “maldición” de la tumba del faraón que murió muy joven (19 años), después de 9 años en el trono, sin haber consolidado el poder y siendo el último de sangre real de su dinastía.

La mayoría de los dirigentes ya está pensando en las legislativas del próximo año y prefieren los sarcófagos lejos de sus territorios.
Caminando codo a codo con la crisis que está generando serias preocupaciones en la población, el peronismo cordobés comenzó a desempolvar sus armas. José Manuel de la Sota (que se había propuesto un año sabático) ya está analizando ser candidato a senador para preparar su plataforma de despegue con destino a las Presidenciales de 2011.

El “Gallego” abrió su casa de Río Cuarto a algunos intendentes de la región y lejos de la Casa de las Tejas diseña su estrategia. “Es nuestro hombre para dar una pelea seria en la provincia, ganarle a Juez es casi imposible pero con el Gallego podemos evitar una paliza”, afirmó entre canapé y canapé un hombre muy cercano al ex gobernador.

El principal problema que hoy tiene el peronismo de Córdoba es la letra K. La mayoría de los dirigentes no comulga con el presidente del partido a nivel nacional, es más creen que “estar con ellos (por el kirchnerismo) es la crónica de una muerte anunciada”.

“Si el peronismo cordobés va dividido, Juez nos pega una paliza inolvidable”, dijo nuestro hombre.

En este punto, todas las miradas convergen en Juan Schiaretti. “Todo va a depender de los apremios económicos que tenga y las presiones que le hagan desde Buenos Aires”, fueron las palabras que completaron el comentario.

Hoy, más allá de los problemas que están latentes en el seno de la sociedad, el Gabinete provincial divide sus preferencias. Carlos Caserio es uno de los que motoriza el alineamiento con la Casa Rosada “cueste lo que cueste” y busca la pelea entre de la Sota y Schiaretti.

Otros funcionarios y legisladores se inclinan por la “independencia”. Pero todavía va a correr mucha agua bajo este puente.
En tanto, Luis Juez se erige cada día más como el gran opositor en todos los ámbitos y preocupa a ex propios (Giacomino y compañía) y extraños.

En este tablero, el departamento también juega su rol.
En los últimos días, Raúl Costa y Marcelo Frossasco contabilizaron en su haber determinados espacios. Griselda Esparza en la delegación de la Secretaría de la Mujer con sede en Villa Nueva y un hombre muy cercano a Raly, Guillermo Torti en el centro de capacitación (CEDER). Y habría otras designaciones en danza.
“El peronismo cordobés no tiene en sus planes a Eduardo Accastello”, dijo un estrecho colaborador del gobernador.
Con bajo consumo de energía muchos dirigentes buscan la luz de 2009, si Tutankamón no mete la cola...