Los legisladores provinciales Marcelo Frossasco (Unión por Córdoba) y Enrique Sella (PAIS) se pronunciaron ayer sobre la investigación que reveló importantes niveles de arsénico en el agua de Villa María, que superan los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En una conferencia de prensa realizada en una de las sedes del equipo de Sella, en calle General Paz, los legisladores sostuvieron que el agua no es nociva para la salud de la población, a pesar de reconocer que posee arsénico.
Sella y el ex intendente de Villa Nueva coincidieron en recalcar que los valores de arsénico se hallan dentro de lo que aconseja la Dipas (Dirección Provincial de Agua y Saneamiento).
Este organismo fijó como tolerable 0,05 miligramos de arsénico por litro. Pero la OMS estableció en 0,01 mg/l el máximo permitido. Los legisladores resaltaron que el valor hallado es de 0,04 mg/l, “lo que es normal en nuestra cuenca”.
“En absoluto, puede perjudicar a la salud humana. Hay que estar tranquilos porque el agua no es nociva para la salud”, enfatizó Sella. “Somos unos privilegiados por la calidad de la misma”, añadió.
Frossasco, en tanto, indicó que el vital elemento “siempre ha sido orgullo de Villa María y Villa Nueva, por la calidad” del mismo y recalcó que “una empresa láctea se radicó” en la ciudad que gobernó hasta diciembre de 2007 “por el agua de nuestra cuenca”, en alusión a la ex Nestlé.
“Hay que ser serio y cauteloso a la hora de dar opiniones. La provincia monitorea permanentemente todas las cuencas del territorio cordobés y si hubiera existido la mínima sospecha de que podía dañarse la salud de la población hubiera reaccionado de inmediato con alguna medida. Arsénico tiene, por supuesto, pero en niveles permitidos por la ley vigente.”
Cuando se les recordó que los niveles hallados están por encima de lo establecido por la OMS, dijeron: “No cuestionamos a esa organización, pero la Dipas habrá tenido sus fundamentos para fijar los porcentajes permitidos y habrán realizado las consultas pertinentes. Además, el mundo no es el mismo que cuando la OMS fijó los valores; las cosas han cambiado”.