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En momentos en que resulta más que importante mantener la limpieza y el orden para prevenir la radicación del dengue, en pleno microcentro de la ciudad un baldío de dimensiones considerables se erige como un foco infeccioso en potencia.
El espacio en cuestión, denunciado por vecinos del lugar, se ubica en el corazón de la manzana delimitada por las calles Corrientes, San Martín Buenos Aires y 9 de Julio.
Allí, las malezas, desperdicios, tachos y otros objetos abandonados son un peligro latente, digno de ser solucionado a la brevedad.
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