El ingeniero Agrónomo Jorge Fraschina, primer disertante de la jornada, se refirió al trigo "siempre hablando de un trigo incluido en la rotación anual (trigo-soja), ya que la coyuntura actual no permite hablar de trigo como única producción, ya que está incorporado a la secuencia de la rotación agrícola".
Fraschina se basó en "proponer un eficiente uso del agua y una adecuada implementación de la siembra directa, es fundamental, ya que el trigo aporta residuos con elevada relación de nitrógeno, carbono y lignina, con distribución homogénea sobre el lote, rastrojos y raíces, por lo que afecta directamente en la infiltración y aporte de nutrientes, similar a la producción de granos".
"Hay factores no controlables y factores controlables, que deben estar presentes en el tiempo de pre-siembra", agregó Fraschina.
Detalló que "entre los primeros, los factores ambientales que tanto influyen y están fuera del control del productor y los profesionales, son las lluvias, las temperaturas y las etapas de radiación recibidas durante el ciclo de crecimiento. Los controlables, que sí deben ser tenidos en cuenta, fecha de siembra, rotación de lotes, expectativa de rendimiento, sobre el agua disponible, la fertilización de acuerdo a los requerimientos de nutrientes, elección de la variedad y determinar de acuerdo a ello y a las condiciones climáticas de la región, la fecha correcta para la siembra".
"Estos factores pueden lograr una rápida y adecuada implantación", resumió.
Heladas: "El tema de las heladas tardías, puede complicar los períodos importantes de floración y espiga, pero sobre esto no se pueden establecer prevenciones", sintetizó Fraschina al respecto.

Cómo elegir

"Tratando de no buscar la que sembró el vecino -aseveró Fraschina- lo ideal es recurrir a la red de ensayos comparativos en variedades de trigo y evaluar las condiciones de manejo de productores de cada región y los sistemas productivos".
"No cambiar drásticamente de expectativas, significa no correr tanto riesgo en las inversiones", sostuvo el ingeniero. Además, aclaró que "todos los años aparecen nuevas variedades, que para adoptarlas es preciso tener referencias sobre su potencial, de resistencia y productivo".
"Se han establecido diferencias en los rindes en variedades con funguicida sobre los que no fueron tratados. La selección debe realizarse acorde a cada ambiente y región, buscando la adaptabilidad de las variedades ofrecidas en el mercado", indicó.
Fraschina consideró que "el punto de vista agroclimático, es muy importante, y tener como referencia el 15 de mayo como inicio de fecha de siembra, el tema de las variedades de distintos ciclos, deben ser adaptables a cada región, no sólo en el rendimiento sino en las características de adaptabilidad de cada variedad".

Reconocer, seleccionar

“Es bueno buscar las que se destacan en los años regulares, malos y buenos, para optimizar la productividad”, dijo Fraschino.
Las cosas bien hechas: rotación en primer lugar, nutrientes, agua, perfil de agua acumulada, con una buena soja de segunda, sigue siendo el trigo una inversión redituable y está en los productores y los profesionales asesores seleccionar las variedades que ofrezcan mejor respuesta en cada caso", compartió Fraschina con el auditorio.