"Si los amantes del vino/y del amor van al infierno/vacío debe de estar el paraíso."
El pequeño poema pertenece a Omar Khayyam, el escritor persa que viviera en las primeras décadas del Siglo I. Tanto sus palabras como parte de su vida fueron reseñada en diferentes momentos del recital multifacético titulado "El canto de las uvas", realizado el pasado jueves durante tres horas en un Teatro Verdi totalmente repleto. Khayyam fue recitado por la animadora Carina Bonoris y recordado por Adalberto Otero Wilson (el autor de la letra de "Zamba para Villa María", que fue invitado especial) y por el propio Daniel Altamirano, la máxima figura de cierre. El exitoso evento organizado por la filial local de la SADE congregó a distintos poetas, escritores, músicos de diferentes estilos (tango, rock, cuarteto y folclore), elencos de danza (de Raúl Oliva) y hasta artistas plásticos (con obras en el hall del Teatro) para brindar un tributo al vino y sus bondades. Tras las palabras de Mario Moral, Dolly Pagani, Ricardo Kestli, Beba Gómez, Eduardo Cichy, Fernando de Zárate, Omar Alvez, Horacio Lucero y Puqui Charras y las canciones entonadas por Omar Charras, Angie Rüedi, Pico Silva (cantores de tango), Ge Ge del Río (rock), Claudio Lescano (cuarteto) y Los del Río (folclore), subió a escena el destacado cantor mendocino, presentado con sutileza por Alberto Luna. Junto a sus dos músicos interpretó, a pedido del público, clásicos como "La Oma" y "Dios a la una", pero antes se despachó con el tema alusivo "Que vengan a beber" (de la época de Los Altamirano), a dúo con su amigo Eduardo Belloccio, actual presidente de la SADE. En el final recreó "Luna tucumana" con la ayuda de todos los artistas invitados a su lado. Dos contras: tan masiva era la concurrencia que la capacidad de los aires acondicionados de la sala se vio superada. En tanto, la anunciada degustación de vinos y quesos a la salida brilló por su ausencia. J.R.S.