El licenciado Jorge Tasín expuso anoche, ante un auditorio colmadísimo -en los altos del Teatro Verdi- sobre pobreza y droga, al tiempo que presentó su libro “La vida y la muerte. La Oculta. Vivir y morir en una villa miseria argentina”, en un evento organizado por el Gabinete de Calidad de Vida de la Cooperativa Comunicar y el suplemento Tiempo de Salud de EL DIARIO.
“La miseria no es un producto natural, sino un producto cultural. Nos permitimos vivir en una sociedad en donde existan estos tipos de lugares. Nos permitimos la injusticia”, recalcó el profesional.
“Hoy se habla en los medios de comunicación de la inseguridad. Hay una relación directa en el imaginario entre inseguridad y pobreza. Estamos viviendo una ola de criminalidad (...) El índice de criminalidad anual en el país, cada 100 mil habitantes es de 5,3. En Estados Unidos es de 5,6. Colombia tiene 44. ¿Se imaginan que los medios estadounidenses hablan permanentemente de esto? No”, indicó. Acto seguido, aseguró que “detrás de esta opinión publicada de manera persistente (en alusión al bombardeo mediático permanente sobre la inseguridad en nuestro país) nos negamos a discutir lo más profundo”.
“En lugar de perseguir una sociedad más justa, nos hacen perseguir una sociedad más segura”, remarcó ante una asistencia que lo escuchó con suma atención.
Más tarde, continuó colocando sobre el tapete la cruel realidad: “Las estadísticas más fieles hablan de la caída, en el último lustro, de los delitos como robos de taxis, quioscos, mercados chinos, etcétera”. ¿Por qué? “No se debe a una acción de ninguna entidad, sino que los que se dedicaban a esos tipos de robos hoy están destruidos por el paco. La pasta base termina siendo funcional al sistema; es profundamente destructiva y adictiva. Lo observo: en meses los chicos se destruyen. Están en pleno invierno comiendo de la basura y descalzos; no salen a robar porque no pueden caminar”.
Advirtió que “la pasta base es el desecho de la cocaína... si hay tanta, es porque hay muchos laboratorios de cocaína. ¿Cuándo vemos que se los desbarate?”.
Tasín sostuvo que la sociedad les propone a los chicos vivir en un “no lugar”, en referencia a las villas miseria, “para pasar al lugar de la represión y la cárcel”.
“Lo que hay que discutir -alertó- es acerca de la justicia, la miseria y lo que somos como sociedad. Estos pibes tienen bronca. Si mi vida no vale, por qué la tuya tiene que valer: no es tan loco el razonamiento. Es un derivado obvio. Resulta obvio que un chico de estos asesine gente, porque están en una sociedad que lo viene matando desde la panza”.
“La tarea es construir una sociedad más justa. Alguna vez tendríamos que hablar en serio, como sociedad, del modo en que en este país, históricamente, se distribuye la riqueza”, concluyó.