Escribe Silvina Scaglia, Lic. en Nutrición

En la actualidad se habla mucho de las cirugías gástricas, ¿para qué sirven?, ¿cómo funcionan?, ¿quiénes pueden acceder a ellas? Esas son algunas de las preguntas más frecuentes. Existen tres tipos, que son los siguientes:

Bolsón gástrico
Es un globo de material blando, de siliconas, para colocar en el estómago como parte del tratamiento de obesidad. Ocupa casi la mitad del estómago, está indicado para quienes tienen que bajar más de 25 kilogramos. Puede usarse durante seis meses. Con el paso del tiempo los contenidos del estómago debilitan el balón y puede colocarse otro si fuera necesario.
Banda gástrica
Es una especie de cinturón que se coloca alrededor del estómago para ayudar en el tratamiento de la obesidad. El estómago queda con una forma parecida a la de un reloj de arena, con la parte superior más pequeña. El resultado es más saciedad con menor cantidad de alimentos. Está indicado para pacientes con más de 40 kilos de sobrepeso o para quienes tienen temor a realizarse una intervención quirúrgica de mayor complejidad. La banda se lleva en forma permanente, aunque se puede retirar.
Bypass gástrico
Es una cirugía para reducir el tamaño del estómago y conectar esa parte con el intestino delgado, con la finalidad de obtener un progresivo descenso de peso. El estómago queda en condiciones de recibir un tamaño similar al de una taza de té, cuando lo normal es de casi un litro. Está indicado en pacientes con más de 40 kilos de sobrepeso, es permanente e irreversible.
Los adelantos en materia de nutrición son muchos y, los necesitemos o no, es bueno conocerlos.
Hasta la próxima.