|
|
|
|
|
|
|
Foto Comedor |
|
|
|
|
|
Por la geometría de sus contornos, por el velo claro de las maderas blanqueadas expuestas al sol y por la transparencia que se escurre entre las columnas y los pilotes, a lo lejos, podría pensarse que la casa es fruto de una ilusión, un espejismo. Sin embargo, es real.
Construida de manera artesanal con troncos de eucalipto y tablas de pino, junto con un color que evidencia su soledad, el hecho de que descansa sobre pilotes es tal vez lo que más refuerza los conceptos de lo etéreo y lo grácil.
Sin ser grande, una vez adentro la casa se siente espaciosa, seguramente por la simpleza de sus pocos muebles sobre un fondo claro.
La decoración recurre a evocaciones marinas en objetos elaborados manualmente (peces de variados tamaños y formas, vasijas de caracolas, lámparas de hierro que cuelgan de cabos), mientras que el colorido en general, en delicado contraste de elementos, es de sutiles tonos tierra.
La ancha galería con barandas, por su parte, cumple más de una función: es un lugar de descanso y reunión, al tiempo que sus techos preservan los ambientes que se enfrentan al océano sin el reparo de árboles protectores.
La casa está construida en un rincón de la costa uruguaya, donde el acceso a la energía eléctrica es opcional.
Quienes vienen a buscar estos parajes, inconcebiblemente solitarios para el hombre de ciudad, deciden, casi siempre, prescindir de ella, reservándola exclusivamente para la heladera o algún ventilador.
Una mirada atenta del estar y el comedor permite distinguir que la iluminación nocturna es a base de velas, repartidas aquí y allá en faroles, arañas o candelabros por toda la casa.
Pequeña rebelión contra la tiranía de una luz que extiende nuestras horas fuera de los ritmos naturales y nos distrae de los espectáculos realmente brillantes.
La casa tiene un techo a dos aguas y está construida sobre pilotes. Sosteniendo la galería perimetral, éstos prolongan la línea de columnas que envuelven la casa.
La amplia galería permite aprovechar el espacio al aire libre
El deck sobre la arena permite a la casa ganar espacio sobre la playa.
En el comedor se combinaron dos tipos de cortinas: esterillas de junco y paños de lienzo marrón.
Los muebles del baño mantienen el estilo rústico que impera en el resto de la casa
La cocina y el comedor se articulan mediante la barra americana de cemento con mesada del mismo material
Los materiales de los muebles -eucalipto y pino, loneta en los tapizados y mimbre trenzado- se adaptan bien al clima y a la estética que domina el entorno, como puede verse en el estar.
La superficie de cemento alisado que cubre el ladrillo refractario parece un passe-partout alrededor del cuadro viviente de las brasas de la chimenea.
Fuente: Revista Living
Otras notas de la seccion Arquitectura
Arquitectura sostenible
El desafío de construir EN LA ACTUALIDAD
Ideal para el tercer tiempo
Minimalismo y diseÑo exclusivo
La casa de Antonio Sobral
|