La Capilla de San Cayetano en el barrio Los Olmos de Villa Nueva quedó chica, como todos los 7 de agosto, cuando la gente se congrega en el lugar para pedir trabajo al que le falta o agradecer aquél quien lo tiene.
La celebración comenzó a las 16, y estuvo presidida por el padre Maximiliano Savoretti.
“Líbranos de todos los males, especialmente de aquellos que dividen a nuestra comunidad”, dijo el sacerdote a la hora de enumerar las intenciones.
Al finalizar la misa, comenzó la tradicional procesión por las calles del barrio Los Olmos. La imagen del Santo y la de la cruz encabezaron la marcha de casi un millar de fieles, muchos menos que en años anteriores.
“Acá vino mucha gente durante el día, en horas de la siesta a escribir sus intenciones o dejar sentado el agradecimiento”, dijo Héctor Tulián, vecino de Los Olmos y uno de los impulsores del culto a San Cayetano en ese sector de la ciudad.
Considera que en toda la jornada hubo alrededor de 3 mil personas.
“Habría que ver la posibilidad de hacer la misa después del horario laboral, para que puedan venir todos”, señaló.
Sin embargo, reconoció “que cuando la situación estaba más difícil, venía más gente”.
Uno de los presentes fue el intendente Guillermo Cavagnero, quien dijo que para él era “importante el culto a San Cayetano, porque es el Santo al que le pedimos cosas tan importantes para la vida como la paz, el pan y el trabajo”.
Destacó la labor de la comisión del barrio Los Olmos, que permanentemente trabaja para mantener la capilla.
El Concejo Deliberante también estuvo presente a través de una nota firmada por el presidente del cuerpo, Francisco Bordini, donde hablan del trabajo “como dignificación y realización de la persona”.
El sacerdote señaló a EL DIARIO que el culto al Santo es popular no sólo porque le piden “algo tan importante y tan escaso para las familias, como es el trabajo”, sino también por las características de la vida de San Cayetano.
“Fue un hombre enamorado. Enamorado de Dios, de la vida y de la gente”, concluyó.