Me dirijo a ustedes a los efectos de solicitar que publiquen mi opinión respecto a la nota de página 2 publicada el día 22 de abril de 2009. (Se refiere a la respuesta de Alejandro Roganti a la carta abierta de Eduardo Accastello).
Carta de un trabajador (fuera del sistema político y económico). “La lealtad y la entrega deben ser por la Patria”. Quisiera preguntarle al señor Roganti, a quien no conozco: ¿qué hizo usted y qué está haciendo por la Patria? ¿Qué hizo y qué está haciendo por Villa María? ¿Qué le hace pensar que es leal a la Patria y a Villa María? No lo juzgo, ni lo critico, sólo pregunto.
Bienaventurado sea, si es verdad que el señor intendente Eduardo Accastello tiene lealtad con el líder de turno, porque eso demuestra madurez, eso demuestra que por sobre todo interés personal y mezquino, en el corazón de los Accastello está Villa María, la pujante, la que crece, la que no se detiene, la que ya no está triste como hace muchos años atrás. Sin conocer al intendente, con sólo observarlo, puedo ver en su rostro la satisfacción que siente al ver sus sueños para Villa María cumpliéndose. Esos sueños que anidaban en su corazón y en el de su esposa desde su juventud y eso me enorgullece.
Estimado, no hable de patriotismo si no lo demuestra con hechos, es fácil hablar del patriotismo sin jugarse. Deje al General Perón tranquilo, son otros tiempos y hay que adaptarse. En la Biblia hay una historia: la Torre de Babel y dice que los hombres se habían puesto de acuerdo y comenzaron a edificar y Dios dijo: “He aquí que el pueblo es uno, y todos tienen un solo lenguaje y han comenzado la obra y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer”.
Consejo y advertencia (a los líderes políticos del país): “Es tiempo de madurar, es tiempo de ponerse de acuerdo para edificar, es tiempo de llegar a ser uno, es tiempo de hablar un solo lenguaje. El que tiene oídos para oír, oiga”.

Roberto Aveldaño
DNI 13118573