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El cultivo arroja pérdidas con rendimientos normales a pesar de la baja de los alquileres. La intención de siembra bajó sensiblemente en casi todas las zonas. Las perspectivas para la próxima campaña triguera no son buenas.
El mal recuerdo de la última cosecha pone a los productores en alerta y la falta de claridad del escenario futuro lleva a muchos a reducir drásticamente su intención de siembra. Además, los márgenes económicos del cultivo son muy estrechos y en algunas zonas arrojan pérdidas. Para colmo, la falta de humedad en los perfiles podría llevar al trigo a un fracaso asegurado.
En 2008, la producción nacional de trigo fue de 8,26 millones de toneladas, casi la mitad que la del año anterior. Esta fuerte caída se explica principalmente por la merma en el área sembrada, una menor aplicación de fertilizantes, la sequía y la incertidumbre que genera el cierre de las exportaciones. Además, la soja de segunda, que generalmente complementa al trigo en la rotación, también sufrió la falta de agua y está rindiendo muy poco en la mayoría de las zonas trigueras. Resultados negativos. Este año, todo indica que la merma productiva será aún mayor para el cereal. Según cálculos de la Unidad de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA, producir trigo en un campo alquilado en la zona de Tres Arroyos, con un rendimiento de 3.800 kilos por hectárea, da una pérdida de 38 dólares por hectárea. El precio del trigo en el mercado de futuro para enero de 2010 es muy bajo, y con el valor actual de los insumos, el negocio no da rentabilidad. Además, el valor de los arrendamientos, a pesar de haber bajado considerablemente con respecto al año pasado, no alcanza a equilibrar la ecuación y difícilmente pueda ser renegociado antes de la próxima siembra. El rendimiento de indiferencia, en este caso, es de 4.160 kilos por hectárea. Si los pronósticos climáticos no están equivocados, será imposible alcanzar esa cifra. La falta de humedad en el perfil será otro grave obstáculo en muchas regiones trigueras. Los especialistas aseguran que se necesitan 200 milímetros de agua en todas las zonas para que la situación mejore. Según técnicos del Movimiento CREA, todos estos factores se dan en un marco de poca previsibilidad institucional ya que el mercado del trigo tiene un alto riesgo de intervención por su importancia política. No existen reglas claras para la exportación del cereal y probablemente el margen exportable en la próxima campaña sea muy bajo, lo cual impactaría fuertemente en el ingreso de divisas al país.
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