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Ratero, el viernes, en la presentación en la Casa Balear |
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Siete misas. Ese el "precio" que María Susana Ratero estipuló sobre su segundo libro titulado "Palabras... bajo el manto de María".
La autora de la obra literaria que comprende 26 relatos de faz religiosa no desea lucrar con los ejemplares que ha podido editar gracias a la donación de cercanos, interesados y personas de diferentes puntos de América que ha conocido gracias a Internet.
"Cuando me compran un libro sólo les pido que recen siete misas por las almas del purgatorio. Si el comprador no puede, le pido que lo haga alguien por él. Por supuesto que no controlo si lo hacen o no, pero yo confío en ellos", confiesa Ratero quien el viernes por la noche presentó el material en la sede de la Casa Balear.
Susana, que a esta altura no hace falta aclarar que es una devota creyente, comenta que desde pequeña escribía pero que nunca se le había cruzado por la cabeza publicar sus textos. Hasta que comenzó a descubrir páginas web donde los lectores aportaban sus comentarios y artículos. Luego el sitio autorescatólicos.org le otorgó un espacio propio y el padre Pedro Azuar de España (del sitio mercaba.org) le insistió en que debía recopilar su producción en un libro.
Su primer material, "Mis encuentros con María" -por el cual pedía no siete sino cinco misas- tuvo dos ediciones, en 2004 (de mil ejemplares) y en 2006. En la segunda ocasión, la publicación estuvo a cargo de la Universidad Católica de La Plata quien también solventó la flamante obra.
Pedidos desde Estados Unidos
La novedad de la segunda experiencia resultó la edición en audio de los relatos. Rudimentariamente, en casa y mediante ensayo y error según contó la autora, pudo grabar seis horas de audio, cuyos ejemplares están destinados a personas no videntes y analfabetas. Los CDs, costeados por el Cieso (500) y la Orden de la Merced (200), no sólo se distribuyeron en nuestra ciudad sino que viajaron hacia otras latitudes del país, Perú, Uruguay, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Algunos de los compradores conocieron a Ratero gracias a uno de los portales cristianos más visitados catholic.net. Mediante esta página, un traductor portugués Miguel Salaverría se ofreció voluntariamente a traducirle algunos textos en su idioma y en inglés.
Consultada sobre la demanda de sus textos, Ratero reflexiona con humildad: “Quizá sea porque no me quedo con la imagen de María inalcansable, sino que la comprendo como aquella que me acompaña a hacer las compras, que prepara la comida conmigo, que me da fuerzas día a día”.
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