Lo que padeció una jubilada
Señor director:
Me dirijo a usted mediante esta nota para contarle y hacer llegar a la sociedad la aberrante falta de respeto hacia una jubilada de 83 años, ocurrida el día 1 de agosto en el establecimiento Banco de la Provincia de Córdoba, gracias a toda la burocracia de este país.
Se negaron a salir (los empleados). El personal de seguridad comprobó que mi tía Rosa no podía bajar del remise dado a su estado de salud. Ni las normas del Banco lo permitía (según dijeron), yo rogando y suplicando, ya llorando, se tomaron el atrevimiento de retarme y de hacer que bajara a mi tía del remise mientras continuaron retándome como matones. Yo el poder de cobro, expliqué que no lo pude conseguir porque mi tía no era nacida en Villa María, aunque reside en la ciudad. Debido a todo esto, mi tía se descompensó y el domingo 3 de agosto falleció.
También me dirijo al señor que está en la Municipalidad de Villa María cumpliendo la atención a jubilados, quien me dijo que si Rosa hubiera sido conocida de él me habría otorgado ese poder, pero no confiaba en mi palabra, le dije que mi tía estaba mal y no podía llevarla. Por lo tanto me dijo que solucionara el problema ante escribano público.
Dejo en claro que Rosa, mi tía, padecía demencia señil, estaba postrada y su cuerpo lastimado. Ella también fue una empleada pública, que dedicó 40 años de servicio en el Hospital Pasteur, para que a los 83 reciba esa atención. Esto pasa con los jubilados. Ojalá no vuelva a pasar y si ocurre no nos debemos callar.
Adriana E. González
DNI 14665057
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