-¿Qué sensación le produce escuchar una noticia que alude a un millón de puestos de trabajo en un día?
-Es tremendo... Y me provoca una profunda decepción de ver que los países poderosos volvieron a pensar en el sector financiero antes que en el del trabajo. Miles de millones de dólares a los bancos, a las bolsas, a las empresas cerradas como General Motors con todas las ganancias que tuvieron hasta que explotó la burbuja... No pensaron en ningún momento en las fuentes de trabajo. Y el que debe estar balconeando todo esto es Fidel Castro, que antes de morirse ve caer al imperio y cómo el Estado sale a proteger a unos pocos con la plata de todos.
-¿Cómo afecta la crisis en nuestro país?
-Bueno, mirando todo aquello se valora más el esfuerzo del Gobierno nacional por generar políticas de aliento al consumo, de otorgar subsidios a algunas empresas y hacer acuerdos con otras para que no pase lo de Europa y Estados Unidos. Y de hecho no se han producido despidos masivos ni hubo cierres. De hecho no han caído los índices de empleo, si bien persiste una gran informalidad (trabajo en negro), que debe corregirse prontamente con la acción de los sindicatos y del Ministerio de Trabajo. Pero el nivel de empleo no ha decaído y la tasa de desocupación sigue en un dígito, cuando a comienzos de esta década se encontraba por encima del 20%. Y todo esto surge a partir de la decisión de dejar de lado las recetas del Fondo Monetario Internacional. Con esa medida y la aplicación de la Ley de Contratos de Trabajo, bajaron los índices de desocupación. Después, con la apertura de las paritarias, se logró un equilibrio en materia de salarios, junto con algo que valoramos muchísimo, que es la vuelta al sistema de reparto en las jubilaciones y los sucesivos incrementos de los haberes a los jubilados.
-¿Pero cómo golpeó la crisis?
-La actividad comercial se ha estabilizado a partir de marzo y está recuperando niveles de principios de 2008. Había en la ciudad dos rubros que habían entrado en crisis: el lácteo y el metal-mecánico. Y con datos recientes de ATILRA y de la UOM, podemos decir que ya se ha normalizado el tema de la jornada horaria, sin haberse producido despidos ni cierres de empresas. Se está recuperando la actividad a niveles anteriores al conflicto con los dirigentes de las entidades del campo.
-Existe preocupación por la posible llegada de la feria llamada “La Saladita”...
-Hay que decir que “La Saladita” existe en la ciudad desde hace mucho tiempo. Hay negocios que desde hace tiempo venden productos de allí. Es más, desde nuestra Terminal salen ómnibus todas las semanas. Pero coincidimos en que debe haber un control... Un control a todos los negocios, porque formalmente “La Saladita” no había llegado, pero el empleo en negro está desde hace mucho tiempo en la ciudad. Hay que inspeccionar a todos.
@ La poesía

El titular de la CGT local es a la vez el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Es posible que no exista un antecedente en tal sentido en el país. “Yo empecé a escribir de chico. El primer poema lo hice a los siete años y fue para mi madre... y no paré más. La SADE había surgido en 1967 y en 1971 me afilié por pedido de Dolly Pagani. En 1987 publiqué mi primer libro, ‘Después de ayer’, en forma conjunta con ‘Tocho’ Alvarez Torres y Horacio Tosmasini. Después llegaron ‘Encargos del alma’ en 1998 y ‘La memoria de los sueños’ en 2002. Integré la conducción de la SADE en la presidencia de Mario Moral y asumí el cargo mayor en el período 2005/2007 y ahora estoy nuevamente para 2009/2011. Además soy vocal en la SADE nacional. Lo hago con gusto. Amo la literatura.”