El sacerdote Pedro Lucchese presidió ayer la misa en la que se conmemoró el Día de San José Obrero, el Patrono de los Trabajadores.
Fue en la capilla situada en calle Mendoza de barrio Parque, a las 10 de la mañana, y concentró a una gran cantidad de fieles, que tras la ceremonia religiosa iniciaron una Procesión por las calles del sector.
Lucchese pidió por todos los trabajadores, recordando los históricos sucesos de 1886 en Chicago, “en los que se reclamó por ocho horas diarias de trabajo y la humanización del mismo, lo que derivó en un martirio”, al tiempo que exhortó a la búsqueda de una justicia social y la distribución equitativa de la riqueza.
El pastor, quien encabezó la ceremonia ante la ausencia del obispo diocesano José Angel Rovai, que se encuentra de misión pastoral en Bell Ville, dijo a EL DIARIO que “debemos reconocer el justo valor de todos los trabajadores, que son los artífices de las transformaciones que se van dando en el mundo” y advirtió que “se observan situaciones dolorosas”.
“En la Argentina ya estamos un poco acostumbrados a atravesar crisis y crisis, y por las cuales mucha gente queda desocupada”, se lamentó. Destacó la debacle financiera a nivel mundial y contó que “precisamente esta mañana -por ayer- una señora, muy lamentándose me dijo que su hijo había sido despedido”. “Esto lleva a más desocupados, empleos precarios, miedo a perderlo, subcontratados, en fin, una serie de ciertas injusticias”, enunció el cura.

Presionados

Lucchese exhortó a que se reviertan las “situaciones de opresión y de injusticia” en la que caen muchas personas “por temor a perder el trabajo”.
Por otro lado, también oró y dio las gracias “por todos aquellos que son bendecidos con la posibilidad de tener empleo”.
Ante una pregunta de este matutino, subrayó que “en todos los ámbitos, siempre se corta por el lado más flaco”, al hacer alusión a que la primera variable de ajuste en las empresas, en momentos de crisis, son los trabajadores.
“Hay que perseguir una mayor justicia social”, dijo y luego se dirigió “especialmente” a los empresarios “que han ganado en algunas épocas muy bien”: “La variable de ajuste no debe ser por el lado del trabajador”, remarcó.
El pastor de la Diócesis de Villa María emitió finalmente un mensaje de esperanza, “ya que si no la tendríamos, estaríamos muertos en vida”.
“Anhelamos, deseamos y rezamos para salir de esta crisis económica. Yo creo que vamos a salir, va a ser así”, concluyó.