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La Organización Mundial de la Salud rebautizó el mal con el nombre de “gripe tipo A”. Pero ya era tarde porque fue conocida como gripe porcina |
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La gripe porcina, como se denominó en un primer momento al virus que amenaza con desatar una pandemia, está afectando el comercio de carne de cerdos, según informaron desde las entidades de productores del país y de Latinoamérica.
El presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), Juan Uccelli, dijo al diario La Nación, en su versión on line, que la baja en la comercialización de carne de cerdo esta semana fue de entre un 1% y 2%, es decir, entre 10 mil y 15 mil kilos, según pudo relevar la AAPP.
"La baja aún no es significativa -aclara Uccelli- pero la mala denominación de la gripe ya afectó a la industria, pese a que el consumo de carne de cerdo y sus derivados no está relacionado con la transmisión de la enfermedad."
Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) rebautizó la enfermedad como gripe tipo A, aunque algo tarde, dado que ya es conocida en todo el mundo como “gripe porcina”.
Los productores de carne porcina creen que el impacto será, como ya se está viendo, en el corto plazo, y esperan que sea de corta duración. Según Uccelli, "las ventas podrían caer más en los próximos días", ya que "hay una psicosis que hace que la gente en lugar de comprar chuletas, por ejemplo, opte por el pollo o la carne vacuna".
Los datos de la asociación precisan que el sector porcino genera 180 mil millones de dólares anuales, con la producción de 320 mil toneladas de carne. Y pese a que la Argentina no es un gran consumidor de este tipo de carne, el mercado local se ha expandido en los últimos años, y se ha alcanzado un consumo anual per cápita de ocho kilos y medio, de los cuales tres corresponden a productos chacinados, y los restantes al consumo de carnes frescas. En 2008, la industria volvió a adquirir el estatus de exportador, tras 25 años de fronteras cerradas.
Un eventual derrumbe de ventas, algo que podría suceder si los consumidores toman esa precaución fundada en el temor, podría afectar a los trabajadores del sector en plena crisis mundial. En la Argentina, el sector cuenta con 30 mil empleados directos, y unos 25 mil indirectos, dijo Uccelli.
La situación en
México
Cabe señalar que la industria porcina de México es de grandes dimensiones y exporta gran parte de lo producido. Como consecuencia de la epidemia, sufrió una merma del 85% en las ventas, según las cifras de los productores de ese país.
El dato puso en alerta a la Organización Iberoamericana de Porcicultura (OPORC), que emitió un comunicado en el que subraya la existencia de un "consenso en la comunidad científica de que el consumo de carne porcina y derivados no es fuente de contagio", y que da cuenta de ello el hecho de que "todos los casos reportados son urbanos, sin ninguna relación con operaciones o contactos directos con porcinos".
La nueva cepa del virus, se aclara, "es una recombinación natural de virus humanos, porcinos y aviares", algo que respaldan los especialistas. Por eso la OPORC habla de una situación de "salud pública", y no de salud animal.
Uccelli dio una explicación gráfica para tranquilizar a los consumidores: "La prueba de que este no es un problema de los cerdos es que no se están sacrificando para evitar la propagación del virus, como sucedió con el brote de gripe aviaria".
Hasta ahora, sólo en Egipto se actuó en este sentido, pese a que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró que no había razones para perpetrar la matanza de unos 400 mil cerdos, lo que calificó como "un verdadero error".
En la región no hubo cambios
EL DIARIO RURAL consultó sobre las cifras publicadas arriba a un comerciante del sector porcino radicado en Hernando, pero que extiende sus ventas en la región y en la provincia de Mendoza.
“En realidad, no cambió nada. Algunos dicen que tienen miedo y preguntan si se puede comer cerdo, pero compran igual”, explicó la comerciante.
“Creo que a esta altura se sabe que el virus lo trasmiten las personas y no la ingesta de carne porcina, y por eso compran igual. Incluso, como pasa en estas fechas especiales como el Día del Trabajador, la gente se reúne más a comer y las ventas aumentan. En relación con el año pasado a esta fecha, estamos igual”, indicó.
“Tengo la impresión de que a esta altura, nadie sabe bien por qué se llama gripe porcina, porque se trasmite de persona a persona”, concluyó.
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