Un joven camionero perdió la vida tras chocar contra la columna metálica del arco del cartel señalizador de la autopista Ballesteros-Córdoba, muy cerca del nudo derivador de James Craik.
Su acompañante, en tanto, quedó herido de extrema gravedad tras el violento impacto en el cual la gruesa columna fue arrancada de cuajo.
El luctuoso siniestro tuvo lugar sobre el kilómetro 592, aproximadamente a las 6.30 de la víspera, cuando el camión Fiat Iveco blanco patente HFI 706 con semiremolque matrícula FKQ 721, perteneciente a la firma bonaerense Di Grazia, en el que transportaban chapas de zinc, se salió de la carpeta asfáltica, por razones que se investigan, e impactó con la mencionada señalización.
El Iveco circulaba en dirección sudeste - noreste, es decir, desde Villa María hacia Córdoba.
La víctima fatal, que era quien iba al volante del rodado de gran porte, fue identificada como David Pereyra, de 25 años, oriundo de San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Falleció poco después del accidente, cuando era trasladado hacia el Hospital Regional Pasteur.
En tanto, su acompañante, proveniente de San Pedro, de la misma provincia, fue identificado como Hugo Germán Sánchez, de 23 años, quien fue llevado, en una primera instancia al Pasteur, con gravísimas lesiones.
Poco después, Sánchez, quien tenía varias quebraduras y golpes en el cuerpo y la cabeza, fue derivado a la Clínica Gregorio Marañón de esta ciudad donde permanecía internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) con muerte cerebral, de acuerdo a lo informado por la Policía.
Según especulan los investigadores, el chofer del Fiat Iveco se habría quedado dormido y perdió el control del vehículo que terminó colisionando contra la columna metálica que quedó tirada en medio de la carretera.
El Renault 9, rojo, conducido por Danilo Jaime, de General Deheza, venía detrás del camión, muy cerca de él y no pudo evitar chocar con una de las chapas que se habían caído del Iveco y quedaron sobre la carpeta asfáltica.

En estado crítico

"El paciente Sánchez se encuentra en estado muy crítico, conectado a un respirador automático", dijo anoche a EL DIARIO, al cierre de esta edición, Fernando Oscar Alaniz, jefe de la terapia de la Clínica Marañón. "Tiene un traumatismo craneoencefálico grave, con edema cerebral y un traumatismo raquimedular grave, con fractura de la quinta vértebra cervical, con compromiso medular", detalló el médico, quien, desde luego, no quiso arriesgar ningún pronóstico.
El profesional se limitó a señalar que "con este tipo de pacientes siempre se espera el peor de los desenlaces, pero de cualquier manera, hay que esperar".