Con la presencia de alrededor de 2.500 personas y stands de numerosas empresas vinculadas al sector agrario, se desarrolló días atrás las "Jornadas 2008 Soja+Maíz", en el Orfeo de Córdoba, donde se consideraron las perspectivas climáticas, de mercado, de la economía mundial, su impacto en la demanda de alimentos y el cambio de hábitos en el consumo humano.
Este análisis acompañado de lo nuevo en tecnología y genética, recorriendo las diferentes etapas del crecimiento del maíz como la siembra tardía de los mismos, los nuevos resultados en ensayos y las nuevas amenazas que deberán cambiar las formas sostenidas en la producción en los últimos diez años, fueron desarrollados durante la jornada que concluyó sobre la tarde.
Si bien la Jornada era “Soja-Maíz”, fue este último grano el gran protagonista del día, quedando muy claro que aún no está todo dicho, que resta mucho por aprender y que deben realizarse cambios importantes en los manejos de producción.

Clima

Evidentemente la falta de lluvias del último año preocupan a los investigadores y productores, ya que el estrés hídrico sufrido en la campaña anterior especialmente en la zona centro de nuestra provincia (Villa María y alrededores) provocó no sólo mermas de rindes, sino pérdidas totales de los maíces.
La viabilidad climática indicarían una fase neutra para esta región, ya que muestran que la Niña se ha debilitado.
En la actualidad se dispone de mitologías que permiten hacer una predicción del comportamiento de la atmósfera a la escala estacional y regional con algunos meses de anticipación y un aceptable grado de acierto.
Se destacó como imprescindible el conocer no sólo el clima, sino de las condiciones medioambientales de la región y tener en cuenta las estadísticas de lluvias y temperaturas promedios en los últimos años.
Disponibilidad
de agua en los suelos a sembrar

Según los pronósticos y estudios realizados por los diversos organismos que estudian la situación climática, se puede apreciar claramente que no se producirá aún una recuperación de la disponibilidad hídrica, por lo que persistirán, al menos hasta fines de agosto, las condiciones deficitarias de reservas de humedad en tierra, que están lejos de los valores óptimos, que pueden en el caso del maíz solucionarse con la postergación de la fecha de siembra.

Cuidado del maíz en
las distintas etapas

Se destacó en este tema la importancia de tener en cuenta las causas y consecuencias de cada etapa desde que la semilla cae a tierra; la humedad, la uniformidad de profundidad de la siembra, la calidad del clima y medio ambiente, la etapa ideal para agregar o no fertilizantes, ya que si se agregan en etapa errónea puede disputar el insumo de humedad con la semilla y provocar pérdidas importantes a la cosecha.
En la etapa de siembra y germinación es influyente la temperatura, que no puede ser menor a 10º C a 7 centímetros de profundidad, en caso de baja temperatura a la siembra, y posterior en aumento, puede lograr una buena emergencia, pero no si es a la inversa.

La planta avisa

En caso que la planta esté sufriendo, sus hojas pueden tornarse de color violeta, pero las causas pueden ser varias, como bajas temperaturas, estrés hídrico, compactación del suelo y/o insecto en las raíces.
Ante este aviso de la planta es importante determinar la o las causas, para saber si el problema puede o no ser reversible.
Etapa de floración

Los quince días anteriores y posteriores a la floración son fundamentales para los rindes, al igual que la del llenado de granos, donde el agua y la temperatura ambiente juegan un rol fundamental.
En caso de enfermedades en estas etapas, las recomendaciones son mediante análisis de laboratorio determinar las causas, llamar a los profesionales asesores para evitar pérdidas importantes en los resultados finales.

Prácticas de manejo

Cada etapa construye el rinde y la práctica de manejo correcto, la detección de síntomas, el entorno medioambiental, más asesoramiento, son la fórmula indispensable para un mejor resultado.

Siembras tardías

Entre el 25% y 30% del maíz que se cultiva en nuestra provincia se siembra entre los meses de noviembre y diciembre, ya que está bastamente probado el resultado con buenos rindes con estas experiencias.
En ese período de siembra se puede aprovechar la calidad ambiental de Córdoba, tanto en temperatura como en radiación, teniendo en cuenta que las lluvias comienzan en primavera y ello limita el comienzo de la siembra; además en esa etapa la demanda de agua es menor.
Al ser menor el tiempo de exposición del grano, menor es el riesgo del mismo de ser atacados por insectos u hongos, también se acorta el período entre siembra y floración, aunque puede prolongarse la etapa floración-madurez y es casi nulo el riesgo de sufrir las consecuencias de heladas tardías.
Los adversarios del maíz de siembra tardía son el barrenador del tallo y el gusano cogollero, cuyo control no es simple y pueden producir grandes daños en las panojas.
También han reaparecido enfermedades como la roya común y el tizón del maíz.
La fecha ideal de cosecha para estos maíces es durante los meses de julio y agosto, lo que significa una ventaja, porque tanto para la trilla como para el transporte hay disponibilidad de máquinas y camiones cerealeros, ahorrando el productor la compra del silo bolsa.
El asesoramiento para la selección de semillas, acorde al medioambiente y clima de la región donde se realizará, puede completar esta opción y convertirla en una muy buena herramienta para diversificar el riesgo ambiental.