Escribe: Juan Pablo Morre

Atlético Ticino cumplió con una “deuda futbolística” que tenía encima. Es decir, obtener una victoria de esta magnitud -o sea, triunfar de visitante frente a otro elenco protagonista- al vencer ayer por 2-1 (perdía 1-0) a Deportivo Argentino en barrio Santa Ana.
Estos tres puntos le permitió dejar atrás una mínima racha negativa de los últimos partidos y también lo positivo fue que sumó de a tres en un domingo clave, ya que los de arriba sólo habían sumado una unidad.
De esta manera, tras jugarse la primera ronda, quedó a tiro para luchar por el título, pero para ello debe mantener la diferencia frente a Alem cuando dispute los 10 minutos que restan.
Atlético Ticino no contó con una actuación futbolística para destacar pero sí con ímpetu, empuje y voluntad en el complemento para dar vuelta una historia complicada en barrio Santa Ana. Pero también hizo la diferencia con la pizca de fútbol que brindó el juvenil Carranza, de muchos atributos, pero la principal es que encara y gambetea para adelante. Justamente, Waldemar (quien jugó en inferiores en Española), fue el actor principal en el gol de Negrini, el cual le dio el triunfo a la visita.
Por su parte, Deportivo Argentino, que en el primer tiempo dominó y generó las acciones más claras pese a no mostrar una supremacía ni actuación notable, se quedó futbolística y anímicamente en el segundo período pese a rearmarse para sostener la ventaja.
Es que, más allá de la mejoría del elenco rival, el local no pudo tener la posesión de la pelota porque Gonella (su principal motor para generar juego) jugó con inconvenientes físicos, porque Andrada y Fernández, ambos retrasados, no fueron incisivos y además sus volantes por los costados no tuvieron la presencia necesaria para desnivelar por los costados.
De esta manera, abusó bastante del pelotazo profundo (que en el primer tiempo le sirvió) por lo que perdió control del balón y retrasó sus líneas y, cuando buscó reaccionar, ya estaba abajo en el marcador.
El fuerte viento, además, tuvo incidencia en el trámite del encuentro pero cada uno de los equipos, por más que lo sufrieron, también lo supieron aprovechar en sus momentos.
En el inicio del primer tiempo Argentino se mostró más incisivo pese a no llegar con claridad pero le permitió ganar terreno, adueñarse de los rebotes y generar cierto peligro mediante acciones de pelota parada o por alguna aparición del juvenil Franco Santoni (hijo de Marcelo).
No obstante, no hubo un dominador claro porque ninguno de los elencos tampoco podía manejar la pelota como pretendió y de a poco el partido fue perdiendo emoción, a tal punto que tuvo segmentos sin peligrosidad sobre los arcos (en dicha etapa, Ticino sólo tuvo una acción de peligro mediante un contragolpe).
Pese a ello, Argentino se las ingenió, con poco, para desnudar falencias defensivas del rival y de esta manera inquietar a Colautti, quien estuvo atento y le impidió el gol a Fuente en dos oportunidades, luego que el goleador local picara en soledad tras sendos pelotazos largos.
Luego, a los 39’, el palo salvó a la visita tras un tiro libre de Andrada y, cuando el primer tiempo expiraba, el local logró la ventaja porque otro error de cálculo de la defensa ticinense le permitió a Fernández entrar en soledad y definir por encima de Colautti. El 1-0 fue premio para el local porque pese a no tener una gran superioridad, se adaptó rápido a los imponderantes del partido (el fuerte viento), sacó beneficio del mismo y le provocó así peligro a su rival.
En el complemento la historia cambió. Ticino mostró mejores argumentos en su juego, apretó en la salida rival y dominó territorialmente al local, que pese a rearmarse tácticamente para sostener el 1-0 pregonando mayor presencia en su línea de fondo no pudo tener la pelota y se desordenó.
Ante esto, llegó el empate de la visita, cuando a los 22 minutos Danna dejó cortó un despeje y tras capturar la pelota Juan Bianchi marcó un golazo con un remate de afuera del área.
Tras el empate se vio lo mejor de la visita que dominó el trámite ante un Argentino desorbitado y al cual le costó volver a encontrar la pelota.
Entonces, por el momento del partido, la visita contó con las posibilidades de ir en busca del triunfo y logró dar vuelta el marcador a los 37 minutos (previamente, Favalli malogró una clara de contragolpe), cuando Carranza dibujó una gran acción individual tras eludir a varios rivales y en su intento de definir disparó cruzado al corazón del área chica y encontró la entrada goleadora de Negrini, para así desatar la algarabía del pequeño grupo de ticinenses que se acercó a barrio Santa Ana.
En los últimos minutos el local se fue con todo y con más empuje que fútbol estuvo cerca de lograr el empate, pero desperdició sus chances, por lo que el 2-1 a favor de la visita no varió para la alegría del Atlético Ticino, que luego de un par de caídas, retornó al camino de la victoria.

La figura

El atrevido Waldemar Carranza le dio frescura a un partido de pocas luces, fue autor principal del gol que le dio el triunfo a su equipo tras una gran jugada individual.

El árbitro

Diego Gallo dirigió bien, prácticamente no tuvo inconvenientes y contó con la correcta compañía de sus asistentes, pero es cuestionable la decisión de sólo amonestar a Bianchi por una patada en el suelo a Fernández cuando la pelota ya no estaba en juego.