|
|
|
|
|
|
|
El desenlace. César Rodríguez acaba de marcar y sale por un costado a festejar el empate. Rivadavia alcanzó a zafar sobre el final en el clásico cabralense |
|
|
|
|
|
Escribe: Fabio Morisetti
El fútbol se juega en dos tiempos de 45 minutos. Pero en el minuto 46 muchas cosas pueden suceder.
Los primeros 60 segundos de descuento se convirtieron en los protagonistas de una nueva versión del clásico cabralense, porque así como Luciano Luppo puso en ventaja a Colón en la primera etapa, César Rodríguez consiguió el heroico empate para el verde. Sí, todo en el minuto 46.
El partido esperado por todo Arroyo Cabral fue de trámite discreto, pero tuvo una intensidad emocional como pocos.
Colón aguantaba como podía el aluvión verde que se le venía sin orden, pero con mucha gente. Rivadavia veía que se le escapaba un cotejo que no merecía perder. Pero apareció César Rodríguez y puso justicia en el marcador.
En la cancha, con un viento por momentos insoportable, ambos elencos mostraron lo que hacen habitualmente: Rivadavia intentaba jugar con la movilidad de Andrés Agosto y Ceballos, apostaba a la presencia en el medio de Marcos Berterame y le ponía unas fichitas al oportunismo de Bolatti arriba.
Colón, con menos juego, peleaba cada pelota como si fuera la última. Luppo y Grande regaban la cancha de sudor; Cardona, mal físicamente por un problema en una pierna, era el estandarte de una defensa segura que sacaba todo, sin claridad, pero con efectividad. Arriba, José Fernández trataba de entrar en juego pese a estar muy solo, ya que Doblas fue relegado al banco de suplentes.
Y como el fútbol es tan cambiante, en los primeros 45 minutos, Rivadavia fue dominador y creó más situaciones, pero Colón se fue al vestuario en ganador.
Quien primero arrimó peligro fue Colón, con sendos tiros de Mansi y Luppo que rebotaron en rivales a los 14 minutos. En la jugada siguiente, Andrés Agosto ganó en velocidad, eludió a Giraudo y definió de zurda, pero Mansi sacó sobre la línea.
Rivadavia tenía más claridad, pero Colón ponía alma y vida en cada balón.
A los 21’ no llegó a cabecear Cristian Agosto ante un centro de Fernández, y dos minutos después, Abate Daga mandó al corner un fuerte remate del “Cuchillo” Ceballos.
Sobre la media hora, Navarro capturó una pelota perdida entrando al área, pero le pegó muy mal de derecha. Al ratito, Andrés Agosto obligó al “Mono” Giraudo a una buena intervención, y luego Ceballos estuvo cerca con un cabezazo.
A los 41’, Lucas Morre ejecutó un tiro libre que terminó en corner gracias a la intervención de Tisera, y cuando parecía que la etapa se iba con el marcador en blanco, Luciano Luppo tomó una pelota en el área y sacó un derechazo cruzado que superó al arquero y desató la locura de la parcialidad rojinegra.
No era justa la victoria parcial, pero el fútbol no sabe de merecimientos sino de efectividad, y Colón había sido eficaz.
Laureano Doblas arrancó desde el inicio la etapa final. Comba apostaba a su velocidad para la contra. Porque el partido siguió igual, con Rivadavia atacando con muchas ganas y pocas ideas, y Colón defendiendo con uñas y dientes la victoria parcial.
A los siete, un error de Tisera en un centro estuvo a punto de cerrar el juego, pero Gabetta no pudo ante la recuperación del arquero. El verde iba e iba y aparecían grietas en el fondo que el tándem Fernández-Doblas nunca pudieron aprovechar.
En el arco de enfrente, en tanto, las situaciones aparecían. A los 16’ Bolatti ganó en velocidad y sacó un fortísimo derechazo que Giraudo desvió a puro reflejo. Tres minutos después, Marcos Berterame la paró de pecho y sacó un remate que controló el “Mono” con seguridad.
Sobre la media hora, el local era mucho nervio, pocas ideas y la convicción intacta para ir hacia adelante. Lo de Grande y Luppo corriendo a todos era conmovedor en Colón, que aguantaba y dejaba pasar el reloj, aunque casi no creaba peligro.
Recién estuvo a punto de liquidar a los 34’, con una linda jugada entre Gabetta y Fernández, que terminó con Tisera ahogándole el grito de gol al delantero.
César Rodríguez siempre es peligroso y su ingreso le aportó presencia al ataque local. Así fue que a los 39’ Centeno ganó por derecha, mandó el centro atrás y el “Rata”, entrando por el medio del área, sacó un terrible derechazo que se estrelló en el palo izquierdo de Giraudo.
Con la adrenalina por las nubes, todos pensaron, de un lado y el otro, que “si no entró esa…”, pero cuando ya se jugaba el descuento, con todo Rivadavia lanzado al ataque, Gabetta se perdió el dos a cero casi en el área chica. En la contra, Rodríguez entró por izquierda, pateó, Giraudo dio rebote y el delantero apareció nuevamente para salvar el invicto de los de Heraldo Pereno y hacer festejar a la otra mitad de Arroyo Cabral.
Los de Colón no lo podían creer. Los de Rivadavia, tampoco. El minuto 46 había sido fatídico o milagroso, según los ojos con que se los mire.
La cosa es que todo terminó en un empate que premia por igual la búsqueda de Rivadavia y el tesón del rojinegro. Ambos conservaron el invicto y esperan la segunda rueda con mucha expectativa.
La figura
Enorme despliegue de Claudio Grande en el mediocampo. Especialmente en el segundo tiempo, cuando su equipo se replegó, lo del volante central fue muy bueno, ya que gracias a su sacrificio pudo cortar numerosos avances del local. Además, distribuyó el balón con criterio en ataque.
El árbitro
Muy buen desempeño de Maximiliano Stevenot. Estuvo atento y supo mantener en orden un clásico muy caliente. No se dejó intimidar por las protestas y siguió de cerca el juego, dejando margen para muy pocas dudas.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|