Minutos antes de las 14 de ayer, el establecimiento rural propiedad de un hombre de apellido Flaumer, ubicado en la salida a Córdoba, cerca de la ruta 9, fue epicentro de un incendio de grandes proporciones en el que se quemaron unas 300 hectáreas. Las columnas de espeso humo blanco y marrón podían verse desde el centro de la ciudad.
Las llamas no tardaron en ganar campos vecinos y se necesitaron cinco autobombas, 32 efectivos de bomberos, seis camiones regadores, la colaboración espontánea de los dueños de los campos afectados y cinco horas de ardua labor para sofocar el incendio en su totalidad (fotos).
Afortunadamente, con el duro trabajo realizado, se logró evitar que las lenguas de fuego abrasaran viviendas y silos cercanos. El viento y la sequía imperantes, y el rastrojo de sorgo y soja, reseco, hicieron la labor realmente muy difícil.