Una vez más, la sede del modesto club de baby del barrio Roque Sáenz Peña fue “visitada” por los ladrones.
Los amigos de lo ajeno ingresaron al depósito forzando una puerta de chapa que hay en la parte trasera de la habitación. Para poder acceder al interior, además, debieron mover una heladera que estaba contra la puerta, trabándola. Una vez adentro, causaron algunos destrozos y se robaron 12 pelotas de fútbol nuevas (algunas todavía no habían sido estrenadas), seis pares de botines, que la comisión tenía para proveer a los pibes que no pueden comprar calzado deportivo, y dos reflectores.
El hecho ocurrió el martes a la madrugada, según indicaron los responsables de la comisión Directiva, quienes calcularon la hora porque los ladrones desenchufaron el freezer y se descongeló.
Lo perdido fue calculado en unos mil pesos, los que, para la entidad, representan una suma importante.