Escribe:
Jesús Chirino
Hace años fue cerrado el debate mediante el cual se discutió acerca de quién y cuándo fue fundada Villa María, pero consideramos de interés repasar algunos aspectos de aquellos intercambios protagonizados por estudiosos de la historia local.
@ Inicios de la polémica
En los años ‘30 del Siglo XX se escribieron algunos trabajos sobre la historia de la ciudad. Puede decirse que desde esa época comenzó a desarrollarse una preocupación por establecer la fecha exacta en que Villa María fue fundada.
Entre los trabajos escritos en aquella época, podemos citar el de Raimundo Chaulot quien con su obra “Origen, fundación e historia de Villa María” fue merecedor de un segundo premio en los Juegos Florales que, en 1932, se desarrollaron en la ciudad. Allí el cordobés señaló que Villa María “fue fundada por Manuel Anselmo Ocampo en 1867, antes de la llegada del primer ferrocarril...” aunque reconocía que fue proyectada en la traza prevista para éste, esquivando de esa manera el “…tributo de sus tierras a la empresa concesionaria”.
Cuando el almanaque llegó a la década del ‘40, la polémica sobre quién había fundado la ciudad adquirió gran importancia entre aquellos que se ocupaban de la historia local. En esa misma década el tema fue discutido en el Centro de Estudios Históricos “Ramón J. Cárcano”.
@ Fecha de fundación
En 1942, en la primera Intendencia de Salomón Deiver -1940/1943- se conmemoró el 75º aniversario de la fundación de la ciudad. Toda una semana de festejos -ver nota de este suplemento del 6/5/07- .
Aquella, que fue la primera vez que se festejaba la fundación de la ciudad, la administración municipal reconoció como fecha del aniversario el 25 de setiembre. Como celebración fue inaugurado el monumento al Cristo Redentor. Recién en la Intendencia de Isidro Fernández Núñez -1955- se modificará la fecha, pero cuando Deiver volvió a ser intendente-1958/1960- restableció el 25 del noveno mes del año como el día del cumpleaños de la ciudad.
Que actualmente se reconozca como aniversario de la fundación de Villa María el 27 de setiembre, se debe a lo establecido por Alfredo Vijande cuando estuvo al frente de la administración municipal 1970/1973.
En ese tiempo, estudiosos como Juan María Pereyra y José Pedernera, sostenían la tradicional tesis que reconocía como fundador a Manuel Anselmo Ocampo. Por su parte Eneas Alvarez Igarzábal tenía una tesis diferente.
@ Otro fundador
En 1968, Eneas Alvarez Igarzábal, publicó una obra titulada “Villa María en la historia”. Allí, entre otras cuestiones, explica su tesis en relación a la fundación de la ciudad reconociendo a Pablo Barrelier como fundador.
En ese material el periodista Alvarez Igarzábal hace un recorrido por la historia de estas tierras, remontándose hasta épocas muy pretéritas. Incluso denuncia como poco clara la manera en que Mariano Lozano se apoderó de la Estancia Paso de Ferreyra, propiedad de Bonifacia Moyano y herederos. Por otra parte manifiesta su desacuerdo con la visión que sobre el hecho tenía Pedernera, acusando a éste de ser “portavoz de los terratenientes sin títulos”.
Igarzábal analiza documentos como el poder que el 4 de julio Ocampo otorgó al ciudadano francés, residente en Córdoba, Pablo Barrelier; un escrito con el cual Barrelier acompañó el plano de la población el 25 de setiembre de 1867 y la escritura de venta de un terreno ubicado en esta localidad en beneficio de quien sería su nuevo propietario, Manuel Irigoyen.
Luego de comentar esos documentos señala que “fundar un pueblo importa realizar un hecho ejecutivo, librado a quien lo realiza. Se funda en sí y por sí. Son dos factores presentes: el lugar, objeto pasivo, y quien opera sobre él, el fundador, sujeto activo. El plano puede existir antes, después o nunca, no afecta a la fundación sino a la forma… El mismo poder otorgado por Ocampo, determina claramente vender terrenos en un pueblo a fundarse alrededor de la estación ferroviaria”. Basándose en que fue Barrelier el que cometió el acto ejecutivo, lo reconoce como el real fundador de Villa María.
También recuerda que la administración municipal, del año 1957, siendo comisionado Isidro Fernández Núñez, realizó una mesa redonda para tratar de “unificar opiniones para establecer la fecha de fundación de Villa María y el nombre del autor de ella”.
Intervinieron del intercambio un grupo de personalidades locales, sin poder llegar a concensuar una fecha. En aquel debate participaron los historiadores Eneas Alvarez Igarzábal, Juan M. Pereyra y José Pedernera. También se sumó el cura párroco Monseñor Gottardi y Roberto Libedinsky. Sobre el debate Igarzábal escribió. “Por carecer de instrumento válido procuraron dar legalidad al ‘hecho consumado’ y por eso no se animan a presentarse ante un tribunal arbitral, que dirima el caso de quién fue el fundador de Villa María. No conviene escarbar porque despertaría en su tumba la despojada doña Bonifacia Moyano.
No terminó allí el debate, continuaría. De sus circunstancias daremos cuenta la próxima semana.
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