Una de las tantas frases hechas a la que apelan todos los dirigentes, de los distintos niveles y banderas, es: "La niñez es el futuro...". Otra frase, menos hecha y recurrida, extraída de una canción de Los Redonditos de Ricota, puede servir para completar la primera: "El futuro llegó hace rato". Desde la perspectiva que resulta de la síntesis de ambas citas, se puede mirar, entre otras, la realidad que toca cada mañana a las puertas de nuestras conciencias, aunque, en muchos casos, no le querramos abrir, y en otros, atendamos por la ventana, por pura formalidad: los menores y las drogas.
Esta realidad, tan contundente como un mazazo en plena frente, se registra en todos las ciudades del país; y desde luego, Villa María, no es una excepción, sino más bien una muestra cabal y patente de que las drogas están en todos lados y representan un problema social del que se hace imprescindible ocuparse. En este juego de la muerte, no vale hacer “la gran avestruz” ni “sacar los pies del plato”, por hablar en criollo, mal y pronto, o como se dice “a calzón quitado”.
Se lo mire por donde se lo mire, el problema de las drogas y la minoridad es más acuciante hoy, que cualquiera de las demás epidemias y pandemias mediáticas, verbigracia, dengue, influenza, estadísticamente. Sin ir más lejos, a los datos remitirse, el 90% de los chicos judicializados, hoy, tiene problemas de adicción.
Y ¿sabe otra cosa, estimado lector? los menores tienen menos garantías ante la ley que cualquier adulto.
Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos del futuro? ¿Hablamos del futuro hipotecado?
EL DIARIO consultó al juez Federal de Villa María, Roque Ramón Rebak; a la jueza de Menores del Palacio de Justicia local, Cecilia Fernández, y al licenciado en teología, docente y escritor, Jorge Tasín, quien realiza trabajo social en la villa miseria bonaerense Ciudad Oculta. Cada uno de ellos, por el rol social que ocupa, tiene relación directa con el asunto y, por ende, una mirada "desde adentro", que, aunque subjetiva, puede contribuir a darnos una idea del "estado de las cosas" en que nos encontramos como sociedad.
Sergio Stocchero