Como madre, sé que ninguna explicación será suficiente para mitigar el dolor por la pérdida de un hijo.
Sólo quiero decir que el Dr. Omar Litterini debe haber tenido, por cosas del destino, alguna razón muy poderosa para no atender su teléfono.
Hace 20 años, el Dr. Omar recibió en sus brazos a mi primera hija, y desde entonces la sigue atendiendo como así también a mis otros dos hijos.
Durante tantos años he tenido sobradas oportunidades de comprobar su calidad profesional y humana. He tenido que viajar y dejar alguno de mis hijos, circunstancialmente enfermos, a cargo de alguna de sus abuelas, siempre me dio horarios, lugares y teléfonos para que ellas lo pudieran contactar, los he llevado a su casa días sábado y domingo, o ha llegado hasta mi hogar si no podía trasladarlos a la clínica.
Por eso digo que alguna razón poderosa debe haber impedido que, esa fatídica noche para ustedes, no pudieran comunicarse con él.
Los comprendo en su dolor, pero como mamá puedo expresar que estamos hablando de uno de los mejores pediatras con los que cuenta nuestra ciudad y que es ejemplo de entrega y profesionalismo.
Sepan disculparme, espero que no tomen a mal estas palabras y que puedan alcanzar algún día un poco de consuelo ante algo que para un padre o madre es irreparable.
Analía Lynch de Roganti
DNI 16575062
Otras notas de la seccion Opiniones
Escriben los lectores
Escriben los lectores
Una historia, entre tantas
Los lectores también escriben
Lamentable
|