|
|
|
|
|
|
|
Bersuit arrancó puntual con su rocola de hits para el delirio de los seguidores |
|
|
|
|
|
La imagen que ha brindado el show de Bersuit Vergarabat es al menos paradójica.
Si no fuera porque la banda está por ingresar en una etapa de "redifiniciones" (al igual que Los Piojos y La Renga, emblemas del rock de los noventa) y de proyectos solistas de sus integrantes, se podría decir que se trata de un grupo que vuelve a los escenarios después de una década para reencontrarse con su público y exorcizar aquellos viejos "grandes éxitos".
El síndrome Soda o Cadillacs le cabe a la inversa a una formación de más de 20 años de trayectoria que ahora decreta su despedida (transitoria). Los músicos arriba del escenario despacharon hit tras hit, incluso algunos enganchados, correspondientes en especial a esos años febriles, desfachatados, desprejuiciados y ultra creativos, nutridos de condimentos rock/murga/fiesta/pop, que van desde "De la cabeza..." (2002), el vivo que lo catapultó a las grandes ligas, hasta "La argentinidad al palo" (2004), una condensación sarcástica de la idiosincrasia nacional.
De los recientes "Testosterona" y "?", sólo se recrearon "En la ribera" y "Sencillamente" del primero y "Laten bolas" (el primer tema de la noche) y "El guerrero" (ganchero pero de poca difusión) del segundo. Estaba claro que la promoción del nuevo álbum ya no ingresa en la fórmula de sus shows. Tal vez también coincida con la siempre lúcida mirada de su líder Gustavo Cordera, quien declaró a La Voz: "No hay nada nuevo para decir con la mentalidad rock".
Sin embargo, ese caldo musical tan sustancioso que lograron plasmar con desparpajo ha logrado concretar una profunda ligazón con el público, más bien con una generación que aullaba la contestataria y nihilista "Señor cobranza" en pleno apogeo menemista. Por ello, cuando vuelve a presentarse en la ciudad después de tres años, la efervescencia continúa intacta.
Unas 2.723 personas, según datos oficiales, abonaron entre 50 y 70 pesos para volver a ver a esos (ya no tan) "psicópatas en pijamas" y escuchar la plataforma de "Cordera presidente": sexo libre, marihuana en cada hogar, abolición del dinero y, demagogia aparte, la capital federal en Córdoba. Antes había lanzado: "¿Vieron la cara de Macri...y la de de la Sota?", entre otros.
El punto en el debe de un show que comenzó como estaba pautado, minutos después de las 24 y después de la banda soporte La Negrita de Italia, está relacionado a cierta disposición del público. Aquellos que no pudieron acceder a la pista principal o al sector superior se debieron contentar con la plataforma al ingreso donde la visibilidad era restringida y el audio dejaba bastante que desear.
Luego de más de dos horas y tres bises, la banda dejó a Cordera caminando de aquí para allá y a los vocalistas Cóndor Sbarbatti y Daniel Suárez arengando colgados de las primeras vallas, mientras el público saltaba en bloque con "Señor cobranza". En el tintero quedaron inolvidables como "Se viene" y "Mi caramelito". ¿Será para la próxima? ¿Habrá una próxima?
J.R.S.
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|