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Firmeza. Gustavo Cardona se prepara para ganarle la pelota a Barengo, en el suelo |
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Escribe: Juan Pablo Morre
En un partido emotivo pero discreto, vibrante pero de pocas ideas, Colón logró un muy buen triunfo (por el valor de los puntos) en su cancha al vencer por la mínima diferencia a Hipólito Yrigoyen y ahora prácticamente con su archirival se cortaron solos en la pelea por el título de la Liga local.
Colón, que en el complemento tuvo chances (pocas) para aumentar la diferencia, ganó por el simple hecho de que supo ser efectivo en un momento ideal, al cierre del primer tiempo, y después mostró practicidad y capacidad defensiva para no sufrir sofocones.
De esta manera, bajó a Yrigoyen, que quedó muy lejos y prácticamente se despidió de la lucha. El elenco de Tío Pujio, por más que recién arriesgó cuando promediaba el último cuarto del partido, también careció de variantes ofensivas (pese a buscar e intentar) para destrabar la firme defensa “rojinegra” (que le faltó dos de sus titulares) que acrecentó su nivel a medida que el partido se fue desarrollando.
La falta de ideas de ambos elencos, producto también porque ambos jugaron con mucha concentración e intensidad para bloquear constantemente las proyecciones ofensivas rivales, provocó que el partido en general no sea bueno o bien jugado, por más que a veces hubo buenas intenciones, un poco más en el local.
El elenco de Comba encontró el triunfo porque contó con el jugador más desequilibrante en el campo de juego, Diego Gabetta, quien aprovechó un pelotazo largo al vacío para generar una chance de gol al final del primer período.
También, a veces, tuvo apariciones positivas de Doblas o Morre, mientras que, en contrapartida, a la visita le faltó abastecer más y mejor tanto a Marín como a Carlos Fernández, ya que Peretti, quien basa su juego en la posesión de la pelota, perdió el mano a mano con Grande; porque Barengo, un jugador interesante pero intermitente, no encontró su lugar, especialmente en el complemento, y entonces, la mayoría de sus ataques nacieron desde Luis Rodríguez, quien igualmente no pudo pesar en sus intervenciones.
Ante este panorama su principal arma para buscar el gol fue la pelota parada, pero igualmente no tuvo la precisión necesaria cuando ganó en lo alto, principalmente con Burello, o también desde la ejecución de sus envíos.
En la primera etapa, Yrigoyen mostró un mejor arranque, ganó en el juego áereo y también desnudó falencias defensivas en el rearmado defensivo del local con réplicas veloces que no tuvieron la profundidad necesaria, pero de a poco Colón se hizo dueño del encuentro ya que Gabetta generó bastante por su sector, a tal punto que intervino en la mayoría de las “pocas situaciones de gol”, mal culminadas por cierto, a excepción de la última del primer período, cuando el volante “rojinegro” facturó el 1-0.
En el complemento, Colón tuvo una postura defensiva para cuidar la ventaja y de esa manera sacó dividendos, ya que trabó el juego constantemente en el mediocampo y lastimó más que su rival con los veloces Doblas, especialmente, y Fernández, más el acompañamiento de Gabetta o Morre.
Igualmente, la pelota viajó mucho por el aire, ya que mientras Yrigoyen luchó contra su propia impotencia de no poder desnivelar cerca del área de Giraudo, Colón tampoco tuvo claridad para contragolpear efectivamente, más allá que creó alguna que otra chance por esa vía.
Por lo que el segundo período se desarrolló generalmente en el cortar constantemente, en la fuerza, en la pierna fuerte y en algún que otro encontronazo, como sucedió promediando cerca de la media hora, cuando el partido estuvo detenido varios minutos.
Es que, el árbitro Sandoval mostró “cintura” para salir de un embrolle (obvió un claro golpe al rostro de Rivera a Barengo) pese a que los ánimos se enardecieron en la parcialidad y en los jugadores de la visita, que lo apretaron un poco.
Luego de que el pequeño tumulto, que por suerte no pasó a mayores pese a que la hinchada visitante tiró algún que otro elemento al campo de juego, el juego continuó con la misma tonalidad, por lo que Colón aseguró su nuevo triunfo en el certamen, que le permite seguir a tiro del líder.
@El árbitro
Martín Sandoval, le faltó personalidad para dirigir el encuentro, no se comprometió en muchas jugadas y le faltó mayor despliegue en su labor. Hizo vista gorda a una agresión clara (y de otras también) de Rivera a Barengo, que provocó un tumulto, que supo sobrellevar, pero sin castigar a nadie, cuando el mismo lo ameritaba. Floja labor del cordobés.
@La figura
Diego Gabetta, quien brindó la cuota de fútbol y la única emoción de la tarde, y Claudio Grande, el abanderado del sacrificio y quite, fueron los puntos altos de Colón y del partido. En la visita, fue bueno lo de Ortiz y Pedernera.
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