Esta nota está dirigida a todas las mujeres que quieren vivir su embarazo y el nacimiento de su hijo en óptimas condiciones con su cuerpo fuerte y su mente relajada.
La gimnasia durante la gestación es plenamente recomendable, siempre y cuando las condiciones de salud permitan a la mamá mantenerse en movimiento. Es por eso que quien debe recomendar y permitir la práctica de cualquier actividad física debe ser el médico obstetra mediante una revisación previa.
Una vez que el médico ha dado su consentimiento para que puedas comenzar a realizar, o por qué no seguir realizando una rutina de ejercicios, debes evaluar que éstos realmente te favorezcan a la hora de enfrentar los cambios físicos que conlleva el embarazo y que puedan ser útiles a la hora del nacimiento del bebé. Es por eso que según sea el trimestre en el que estés de tu embarazo, el entrenador a cargo te brindará diferentes opciones.
No sólo tendrá que ver el tiempo de gestación, sino que también a la hora de elegir qué tipo de gimnasia vas a poder hacer, el profesor tendrá en cuenta la actividad física que realizabas antes de quedar embarazada.
La práctica de la gimnasia en el agua y el yoga, o entrenamiento cuerpo y mente, son recomendadas por excelencia durante todo tu embarazo, ya que en dichas disciplinas las probabilidades de lesiones son mínimas.
Cuando las mamás entran en el agua el peso de su cuerpo deja de ser un problema y los dolores de espalda y del pubis desaparecen. Por otro lado, cuando se realiza gimnasia en el agua los movimientos parecen más fáciles de realizar. Las mamis entran a la pileta y ponen en movimiento todas sus articulaciones, activan todos sus músculos y a la hora de relajarse, flotar y respirar, es un premio al que todas pueden acceder.
El entrenamiento cuerpo y mente es ideal para el último trimestre (con esto no quiero decir que no se pueda realizar durante toda la gesta) ya que en este tipo de gimnasia se trabaja con la respiración, el movimiento y la concentración.
Cuando se trata de entrenar con embarazadas hay que priorizar los objetivos. Es en vano que te canses durante tu rutina; con media hora de ejercicios moderados y una relajación de veinte minutos que contemple movilidad articular y una buena técnica de respiración, por lo menos tres veces a la semana, puedo decirte que estás transitando por el camino correcto.
Son muchos los beneficios que ganarás realizando una adecuada actividad física: disminuirás los dolores de espalda, el estreñimiento y la acumulación de líquidos; podrás prevenir o tratar la diabetes gestacional; mejorará tu postura y mejorará tu tono muscular; mejorarás tu humor y podrás dormir mejor; entre otros.
Otros tipos de entrenamientos que puedes realizar son: las caminatas adecuadas a tu entrenamiento, el ciclismo de salón, siempre siguiendo tu ritmo, los ejercicios aeróbicos de bajo impacto en una coreografía pensada para embarazadas. Estas tres actividades te proporcionarán entre otros beneficios: músculos fuertes, ritmo respiratorio adecuado, ritmo cardíaco adecuado y menos retención de líquidos.
Mamá: tienes que tener en cuenta que tu bebé depende 100% de vos y que el entrenamiento que elijas debe ser beneficioso para vos y para tu hijo; para ello vas a tener en cuenta lo siguiente: no se recomienda que después del primer trimestre permanezcas recostada sobre tu espalda mientras realizas los ejercicios, debes hidratarte siempre, no te exijas hasta quedar exhausta, debes ingerir buena cantidad de calorías, debes evitar sobrecalentarte, durante la realización de la rutina tienes que poder hablar y respirar con tranquilidad, se recomienda que uses un corpiño que sostenga bien tus pechos.
Ojo, si sientes dolor de pecho, dolor de cabeza, debilidad muscular, contracciones uterinas, vértigo o debilidad general, adviertes sangrado vaginal o salida de líquido por vagina, dificultad para respirar, tensión baja o que la rutina es demasiado exigida, debes abandonar el entrenamiento y llamar a tu médico.

s Actividad física
para la madre = a
beneficios para el feto

Un equipo de investigadores de la Universidad Médica de Kansas, Estados Unidos, realizó un estudio con mujeres embarazadas de entre 20 y 30 años de edad dividiéndolas en dos grupos, uno de control con ejercicios no regulares y el otro que debía realizar ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, como caminar o andar en bicicleta durante un período de 30 minutos tres veces por semana.
Se monitoreó el desarrollo fetal, los movimientos corporales, respiratorios, la frecuencia cardíaca fetal, verdaderos indicadores del bienestar fetal, a través de un biomagnetómetro (método totalmente inocuo) entre las 24 y las 36 semanas de gestación.
De lo observado se desprenden los beneficios potenciales del ejercicio materno, sobre la formación fetal, debido a la relación entre los movimientos respiratorios fetales y el desarrollo del sistema nervioso autónomo.
Se concluye diciendo que el ejercicio materno no produce riesgos en el feto, que hay mayores movimientos respiratorios en los fetos de las mamás que hicieron actividad física regular comparados con el grupo de embarazadas que no. Siendo éstos los marcadores del bienestar fetal, que muestran el desarrollo del aparato respiratorio y el control del sistema nervioso central, además de un efecto beneficioso sobre el aparato cardiovascular del feto.
A partir de este trabajo se debe seguir investigando en el futuro, tratando de demostrar qué es lo más beneficioso. (Texto extraído de www.info7.com).
Recalco que “la actividad física es buena para las mamás que con la práctica de la misma no corren ningún riesgo ni ellas, ni sus bebés en gestación. Por lo tanto para comenzar con la rutina se debe tener el consentimiento del obstetra y elegir una actividad acorde a los requerimientos de la embarazada.”.

Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar