Con un certamen literario, del que participaron 136 alumnos, el IPEM 275 celebró sus 66 años de existencia.
Los premios fueron entregados ayer en sendos actos llevados a cabo por la mañana y por la tarde.
En el ciclo de especialización, en Poesía, recibió el primer premio la alumna de sexto año, Ciencias Naturales, Paula Verónica Buttiero, por su obra "La escuela que es, la escuela que fue". La galardonada es además escolta bandera.
En segundo lugar se ubicó Rodrigo Mojica, de quinto año Ciencias Sociales, quien escribió "Momento de escuela". Para el rubro Prosa, los destacados fueron Alexis Molina, de sexto Ciencias Sociales, quien recibió el primer premio por su texto "El alumno más antiguo", y Marina Vanesa Buttiero, del quinto año de Economía y Gestión de las Organizaciones, quien fue seleccionada para el segundo lugar por su obra "Siempre hay algo que no podemos olvidar". Una mención especial recayó sobre "Una simple mañana", de Jeremías Moreno, de quinto Ciencias Sociales.
En el ciclo básico los premiados fueron Aldana Gianina Mansilla y Micaela Elizabeth Coria en Poesía y Paula Cecilia Céliz y Emiliano Pablo Carballo, en Prosa.
También hubo una mención para Juan Manuel Mansilla, estudiante del flamante Anexo Pozo del Molle, al igual que Aldana Mansilla.
El certamen literario, coordinado por la docente Marta Luque, contó como jurados a las ex profesoras del Colegio Nacional María del Valle Ríos, Silvia Gabetta y Norma Parajón.
Luque, en diálogo con EL DIARIO consideró que "la experiencia fue muy positiva, y creo que debe repetirse como un buen ejercicio de memoria; los chicos, más allá de las habituales quejas por las evaluaciones y otras cuestiones cotidianas, demuestran estar muy contenidos por la escuela".
La entrega de premios se concretó en el salón central del establecimiento de Santiago del Estero y Belgrano. En el turno mañana, cantó el coro de la institución y recitó la narradora Alicia Perrig, quien interpretó dos cuentos, uno de ellos escrito por María Isabel Martínez, ex alumna y ex profesora del colegio.
El cuento de Martínez evoca un hecho real ocurrido en la década del sesenta, en que una abanderada le colocó una tachuela en el asiento a una profesora.