"Apenas salió en los medios que cerrábamos la casona, mucha gente -algunos que nunca habían pasado por allá- nos preguntaron qué podían hacer. Otros nos dijeron 'y ahora a dónde vamos'. Eso significa que el espacio no es de nosotros solos sino de muchos que lo habían adoptado como propio."
Eso expresaba Valeria Plovanich, una de las fundadoras de El Estilóbato, a EL DIARIO en diciembre de 2007, días antes de despedirse definitivamente de la sede de Tucumán 842 (donde hoy funciona F5/Fotoescuela), por dificultades financieras.
El sábado pasado, aquel colectivo artístico joven e independiente que naciera el 21 de abril de 2001 como un prometedor proyecto cultural alternativo en nuestra ciudad volvió a resurgir de sus cenizas para reencontrarse con sus miembros "adoptivos", su público seguidor.
Cerca de 250 personas asistieron al espectáculo multiartístico titulado "Con el ruido a otra parte", que corresponde al primero de los eventos a realizar en el año por el grupo, a fin de recaudar fondos para conseguir una nueva sede.
El lugar elegido fue el (hasta ahora inhabilitado) galpón Amarillo ubicado en el predio del subnivel. Precisamente allí El Estilóbato había organizado en setiembre de 2004 el Segundo Encuentro de Malabares, Circo y Arte Callejero, propuesta que se descontinuaría en años siguientes. Tras dicho evento, sólo se realizaron un par de actividades más como un Festival Nacional de Títeres y el ciclo de rock "Bienvenidos al tren" en 2005, ambos organizados por el municipio.

@ Con fundadores

Dentro de sus amplias instalaciones, se montó un escenario para la actuación de las bandas La Tusca (con nueva formación de cuarteto folclórico, sin Facundo Salas en percusión), Adónde (cuarteto de rock latino, que resultó el último número de la velada) y el desfachatado solista José Azocar, líder de Kalsevitoz.
En el plano de artes escénicas, se presentó el actor y dramaturgo Pablo Barone Muñoz, uno de los miembros fundadores de El Estilóbato, recientemente llegado de Buenos Aires, quien interpretó un pasaje del aplaudido unipersonal "Triste como lechuga en la heladera", junto a los músicos locales Eugenio y Natalio González (en guitarras y teclados), conocidos como Los Secos de Lágrimas. También aportaron belleza en movimiento el Grupo de Danza Libre y Contemporánea de la UNVM y el dúo de Artes Circulares (Raquel y Conrado) en acrobacia en telas. El Circo Moskito, integrado por los miembros estables del colectivo artístico Javier García, Ramiro "Chumy" Chanquía y Mariana "Mona" Pons (quien oficiara de anfitriona), regaló pasajes de malabares en luces y acrobacias en monociclo con los chascarrillos habituales ante la audiencia.
Como invitados, participaron los miembros del grupo Lo Oscuro y Otras Partes de Río Cuarto, que pintaron paneles en vivo, con tonalidades rojas y negras. En la entrada, se dispuso un rincón de fotógrafos locales, a cargo de Walter Carrera, Silvina Bertino, Pablo Costantino Felipe y Leo Fagiano.
Más allá de la variada propuesta de arte joven, marca registrada de El Estilóbato, se vivenció un reencuentro entre público, organizadores y artistas. Tras un año y se seis meses de ausencia, se enciende de nuevo esa llama creativa que el sábado los mantuvo unidos a pesar del frío invernal. No hay que dejarla que se apague.
Juan Ramón Seia