La Cámara del Crimen de Villa María le impuso ayer una pena de 14 años de prisión a Mauro Alberto Barrionuevo (22) por la muerte de Rebeca Lucrecia Gómez (25), la joven que fue asesinada de dos balazos en horas de la tarde del 4 de octubre de 2007.
Al cabo de una jornada por demás tensa, que incluyó algunos incidentes verbales tras la lectura de la sentencia, los jueces René Gandarillas (presidente del tribunal), Héctor Fissore y Silvia Saslavsky de Camandone declararon a Barrionuevo autor responsable del delito de “homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego”.
El veredicto condenatorio fue dado a conocer apenas pasado el mediodía de la víspera, luego que el fiscal Francisco Márquez y el defensor oficial Juan Antonio Rusconi formularan sus alegatos, tal como se había previsto el jueves de la semana pasada.
Precisamente, al expresar sus conclusiones el acusador público había solicitado una pena de 20 años de cárcel para Barrionuevo, mientras que el asesor letrado reclamó la absolución de su defendido por el “beneficio de la duda”.
En principio, todo parecía indicar que el veredicto quedaría para la jornada de hoy, pero como los alegatos terminaron a las 11, es decir mucho antes de lo previsto, los magistrados dispusieron adelantar la definición del juicio. Y tras concederle al acusado lo que se conoce como “última palabra” (Barrionuevo se limitó a decir “no tengo nada para agregar”), pasaron a deliberar para dictar sentencia.

@ El marco legal

Por Secretaría se dio lectura a la parte resolutiva del fallo, en estos términos: “El tribunal resolvió declarar a Mauro Barrionuevo autor responsable del delito de homicidio agravado, en los términos de los artículos 79, 41 bis y 45 del Código Penal, e imponerle para su tratamiento penitenciario la pena de 14 años de prisión, accesorias de ley y costas, artículos 12, 19 y 29, inciso 2º, del Código Penal” (ver “Lo que dice la ley” en las páginas 28 y 29).
Finalmente, se informó que los fundamentos de la sentencia se darán a conocer en audiencia pública, el lunes 1 de junio al mediodía.

@ Insultos y dolor

Apenas concluido el juicio, y mientras ocho agentes penitenciarios (en un celoso operativo de seguridad) retiraban de la sala de audiencias a Barrionuevo, los familiares y allegados a Lucrecia liberaron su bronca con gruesos insultos a viva voz: “¡Asesino!”, “¡cobarde!” y “¡cagón!” fueron sólo algunas de las expresiones que retumbaron en todo el quinto piso del Palacio de Justicia, al tiempo que la mamá de la joven asesinada, Estela Perito, estallaba en un desconsolado grito de angustia y dolor.
“¡Aunque le den 50 años, no me van a devolver a mi hija!”, exclamó entre sollozos, para luego enfatizar. “¡No la tengo, a ella no la tengo más!... ese maldito que la mató a sangre fría, no merece que lo defienda nadie, por mentiroso y ruin”.
Conmocionada, la madre de Lucrecia sostuvo que “hay una Justicia de Dios y también ahí tendrá que pagar”, y agregó que (Barrionuevo) “va a estar en las sombras, en la oscuridad”.
@ En la cárcel, al menos hasta febrero de 2017
Detenido desde la misma noche del crimen, el homicida de Lucrecia deberá pasar en la cárcel no menos de nueve años y cuatro meses, es decir los dos tercios de la pena impuesta en la víspera por la Justicia villamariense.
Por tratarse de la primera condena, y siempre y cuando observe buena conducta durante el período de detención, Barrionuevo podrá acceder al beneficio de la “libertad condicional” precisamente cuando cumpla las dos terceras partes de los 14 años.
Sobre el particular, el artículo del Código Penal establece que “el condenado a reclusión o prisión por más de tres años, que hubiere cumplido los dos tercios, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social”.
Barrionuevo lleva ya poco más de un año y siete meses “a la sombra”, por lo cual estará en condiciones legales de dejar la cárcel de barrio Belgrano durante los primeros días de febrero de 2017. Para entonces tendrá 30 años de edad.
De todos modos, cabe aclarar que la sentencia aún no está firme y es muy probable que la defensa recurra el fallo en casación, tal como lo dejó entrever ayer el asesor letrado.