Escribe: Sergio Sosa (especial para EL DIARIO)
Fotos: Oscar Villarroel y Diario Marca
Se cumplió una semana con variadas actividades en el marco del Centenario de la Escuela Normal Superior “José Figueroa Alcorta” de Bell Ville, que tuvo su momento cúlmine el viernes.
En esa jornada, en horas de la mañana, se concretó el acto académico en el salón de la escuela, que lució colmado con la presencia de autoridades, ex alumnos y ex docentes que confluyeron con la actual generación de la comunidad educativa.
Por la tarde se concretó la disertación de la doctora Sandra Díaz, evento que contó con una gran participación del público y de sendos homenajes, reconocimientos y presentes que fueron entregados a la prestigiosa profesional egresada de la Escuela Normal.
Por último, el sábado por la noche se desarrolló la cena del Centenario en el gimnasio del club Bell, oportunidad en la cual también se mezclaron las emociones y las distintas generaciones y promociones que colmaron las instalaciones de la entidad deportiva, con la asistencia de más de mil personas.
La directora de la escuela, Viviana Pochettino, trazó un balance altamente positivo de las distintas actividades por el 100º aniversario.
“El acto académico fue muy interesante y emotivo y estamos muy felices, como también por la convocatoria para la disertación de la doctora Sandra Díaz, que fue muy interesante y práctica y que superó la reunión que esperábamos", resumió.

@ La directora

"La cena también fue muy especial, maravillosa y nos sorprendió el acompañamiento de la comunidad. Asimismo quiero agradecer a todos los que trabajaron durante todo el año y con mucho compromiso, incluyendo de los alumnos que trabajaron junto al personal docente y directivo para la organización", expresó Pochettino.
En el acto académico del pasado viernes, la actual directora remarcó la importancia de la escuela pública y de la histórica Normal “que sumó su aporte a la ciudad de Bell Ville. Eso y más es la Escuela Normal, que sigue marcando el rumbo del compromiso”.

@ Con educación

Por su parte, Nora Sessa de Kramer, ex alumna, ex docente y ex directora del establecimiento, trazó historia de los ricos 100 años de “La Normal”.
La docente manifestó el deseo que se retome al camino de las escuelas formadoras de maestros normales nacionales en todo el país. Comentó además que “con los programas se dará la evolución, formación y mejor educación que necesitan y merecen nuestros chicos, y para que dentro de cien años, alguien diga que el Estado no renunció a una de sus obligaciones principales: la educación". Luego Sessa de Kramer instó al cuerpo docente: "Este es un especial desafío para ustedes, maestros y profesores de hoy, la sociedad requiere un esfuerzo extra, los acompaño. Piensen en la disgregación social, la marginalidad, la violencia y las injusticias. Nada ni nadie puede solucionar estos flagelos sin educación y así les queda como legado esta noble, valiosa y esforzada tarea”.
Cabe destacar que en el acto se recordaron a todos los ex directivos y docentes, y Nora Sessa como ex directora recordó a algunos de sus colaboradores y hubo un cerrado aplauso cuando se mencionó a “Julián Granda”.

@ Para formar

Otro de los grandes momentos fue la intervención del ex alumno Promoción 1938, el “Maestro chacarero” Raúl Torriglia, quien recordó el paso por esta escuela diciendo, “por un hijo de Bell Ville, don Ponciano Vivanco y por donde pasaron tantas generaciones formadas para formar”.
“Como maestro chacarero y con el perfume de la tierra arada en mis manos y a poco del Bicentenario, esperemos se vuelva a la educación como mensaje de paz y de futuro, por eso es importante el compromiso de todos; alumnos, docentes, políticos, dirigentes, oposición, para que nos tomemos todos de la mano y recuperemos la grandeza de nuestra querida Patria, para la felicidad de todo el pueblo”, comentó.
Torriglia, de jóvenes 92 años, además de haber sido maestro rural, en la actualidad continúa estudiando y realizando distintos cursos en la Universidad Nacional de Córdoba.

@ Todos juntos

En la cena del sábado se mezclaron todas las generaciones en una noche de magia, de recuerdos, de emociones y de encuentro, todo en el marco de una escuela que fuera fundamental en la formación de la comunidad que contiene muchas páginas de la historia de Bell Ville.