Esta noche desde las 22, el virtuoso guitarrista y vocalista Gustavo Rovira (foto) vuelve al café Rigoletto (Mendoza e Hipólito Yrigoyen) para brindar un show personal con su variada paleta de blues, jazz, bossa y balada. Como excusa de su nueva presentación, se extiende esta nota a uno de los artistas locales que, desde un par de años a esta parte, se perfila cada vez más inquieto y activo que nunca.
Para muestra, basta un botón: el año pasado realizó 80 shows, tanto en sus variantes solistas como en proyectos grupales (como el exitoso dúo "Juntos son dinamita" con el Negro Páez). Ahora, tras editar su primer disco solista "Carga" a fines de 2007, se encamina a lanzar su sucesor que también llevará un título unimembre: "Unión".
Entre las clases de guitarra que brinda a jóvenes en su casa-estudio, invita a conocidos, amigos, colegas y periodistas para que le brinden sus particulares veredictos a un material a punto de masterizarse y que, según su autor, verá la luz a mediados de año.
Continuación de "Carga"
EL DIARIO tuvo acceso a una de sus escuchas frente a la PC. Allí comprobó que el disco vendría a ser una continuación estética del anterior (de hecho el tema "Más allá" iba a formar parte), con planos pop/rock, música lounge, pizcas de funk e intervención de máquinas. "En realidad iba a ser una placa de folclore estilizado y latino pero cuando lo empecé a hacer me tiré casi inconscientemente para este lado", confiesa Rovira. Además agrega: "A este material (gestado en tres meses) lo quiero sacar como está. Me cierra en el concepto y en el sonido", indica.
A diferencia de "Carga", el artista ejecuta casi todos los instrumentos (teclados, bajo y guitarras), salvo en "Believe", rescatado de su estadía en Caracas -año 2000- con la banda Karma, donde su ex compañero Jorge Borbogno grabara coros, bajo y guitarras. De los ocho temas del disco, tres pertenecen a su estancia en Buenos Aires, donde formara el grupo El Arreglo del Amo (con el cual editara dos discos). En la escucha se advierte una recurrencia en palabras anglófonas. El recurso, más que una pose, es justificado por Rovira al exhibir su título de traductorado en inglés. Entre otros de sus proyectos paralelos, el guitarrista pasa páginas a un cuaderno espiralado donde se cuelan entre esbozos de canciones, poemas y haikus. "Tengo ganas de publicar un libro con mi poesía", se entusiasma el artista. Rovira volverá a actuar mañana a las 23.30 en William and The Monkey, en Entre Ríos esquina Mitre.
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