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La obra que apuesta a la concientización ambiental fue montada ayer por la tarde |
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“Resulta que la gente en el planeta se ha olvidado de lo importante que es nuestro aire y de lo necesarios que son nuestros ríos y nuestra tierra...y como se olvidaron han estado muy ocupados en ensuciarlo demasiado.”
Así comenta en un pasaje, el presentador de la obra de conciencia ambiental “Deshollinadores, una murga necesaria”, presentada ayer por la tarde en el Verdi. La pieza, escrita y dirigida por el reconocido dramaturgo Manuel González Gil, fue convocada por la Fundación Mapfre (quien desarrollara todo el proyecto) y la Biblioteca Rivadavia. Ante una sala repleta de alumnos, se montó una propuesta dinámica, con pasos de comedia y estructura de musical, con cuatro actores haciendo de “linyeras-deshollinadores” que antes del crecimiento demográfico de las ciudades se ocupaban de limpiar chimeneas y ahora vuelven para ocuparse de todo el mundo. Entre canción y canción, se encienden consignas y arengas de cuidado del ambiente con moralejas apropiadas en tonos divertidos y simpáticos. Algunas reflexiones, por más contexto infantil que se encuentre, expresan la cruda verdad: “Saben y resaben que no pueden seguir produciendo tanta basura...porque ya no queda lugar en dónde ponerla...pero la siguen produciendo”.
A la entrada, la entidad repartió folletos y un libro-CD con todos los textos y datos de la obra para continuar la actividad en clase. J.R.S.
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