La sindicalista Soledad García afirmó en nuestra ciudad que "los militantes de los derechos humanos nunca dijimos que no haya que juzgar a Firmenich y a otros miembros de organizaciones armadas".
García, actual vocal de Derechos Humanos y Género de la UEPC provincial, admitió que "en los años ‘70 ya éramos críticos de las vanguardias externas a los sectores populares", pero consideró que "los represores como Menéndez y Bussi, que reclaman juicios a los guerrilleros, no le dieron la oportunidad de defenderse en juicio a nadie".
Anticipó también que "no nos conformamos con enjuiciar a los ejecutores del genocidio, vamos además por los cómplices, incluidos los civiles".
Soledad García, junto a Graciela Taquela y Yamila Pezet, expusieron en un panel sobre "Los derechos humanos hoy, respuestas sociales que quiebran los silencios", que se concretó el viernes en el local de la Unión de Educadores de nuestra ciudad.
La gremialista cordobesa, quien por otra parte revista como secretaria Adjunta de la CTA, se quejó además de que en esa central sindical, "pese a su perfil progresista, es difícil llevar adelante una política de derechos humanos".
Anunció asimismo que en breve, las entidades de derechos humanos harán una "fuerte arremetida" ante las autoridades del Ministerio de Educación de la provincia, para reclamar que en las escuelas se organicen talleres para difundir los derechos humanos.
Durante la reunión, organizada por la Asociación Civil Eduardo Requena (ACER), actuaron el músico Luciano Soria y la poetisa Fabiana León.
Por su parte, la psicóloga Taquela destacó la importante respuesta de la población para esclarecer el atentado contra la vida del villamariense Alejandro Roganti, y la comparó con lo ocurrido tras el golpe del '76, "cuando los familiares de los detenidos estaban muy solos en su reclamo".
En tanto, la bonaerense Yamila Pezet, perteneciente al Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP) recordó que su equipo no sólo trabaja con afectados directos e indirectos de la tortura en los años de la dictadura, sino con las víctimas actuales de tragedias nacionales, como el incendio en Cromagnón, los inundados de Santa Fe y los petroleros detenidos en Santa Cruz.
"Los juicios contra los responsable del genocidio son reparadores del psiquismo -comentó- ya que es muy importante para las víctimas que la sociedad reconozca que los hechos sucedieron, que fueron reales. A la inversa, hechos como la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, o la desaparición del testigo Julio López, fueron retraumatizantes para las víctimas".