Hoy vamos a comenzar a armar una guía que te va a servir para tener una lactancia materna exitosa teniendo en cuenta que las mamás que amamantan son más sanas, tienen menos probabilidades de padecer cáncer de ovarios y de mamas, que los bebés son más sanos, fuertes y seguros; que tienen menos probabilidades de sufrir diarreas, bronquiolitis, infecciones y alergias y que la leche de mamá es el mejor alimento para todo recién nacido sano.
Para un buen comienzo, buenos consejos
¿Quién no ha escuchado a alguna mujer decir que no pudo dar de mamar a su bebé porque sus pezones no eran los adecuados?
Si bien es verdad que unos pezones normales o prominentes serán los mejores para lograr una buena prendida del bebé, todos los pezones pueden corregirse y prepararse: esto significa que ninguno impide el amamantamiento.
Los pezones normales son los que al tocarlos se hacen prominentes y se erectan (se ponen duros).
Los pezones planos son los que no logran hacerse prominentes y los pezones invertidos son los que al tocarlos tienden a hundirse.
En los primeros días del bebé la prendida puede ser difícil si tus pezones no están bien formados y para que esto no te suceda te recomiendo que compres una jeringa de 10 cc descartable, le cortes el extremo del lado del pico y coloques el émbolo del extremo recortado. (imagen 1), coloca el pezón (plano o invertido) haciendo vacío hasta que sobresalga. Luego coloca al bebé del pecho. Es posible que necesites utilizar esta maniobra cada vez que lo prendas del pecho durante los primeros días. Una vez que tu hijo haya formado el pezón esta maniobra debe dejarse de lado.
Durante la consulta con tu obstetra es importante que le recuerdes que revise tus pezones para que pueda detectar si tienes que ayudar a tus pezones a formarse, ya que durante el embarazo hay técnicas que puedes utilizar.
La Liga Internacional de la Lactancia Materna recomienda a las madres a darle ALAS a sus pezones. A: agua, L: leche (calostro durante el embarazo), A: aire, S: sol; y realizar masajes (tu médico te indicará como hacerlos).
Un truco que aprendí y que es muy bueno para utilizar durante el embarazo consiste en hacer un orificio pequeño a la altura del pezón en un corpiño viejo, pero que sostenga bien tus pechos. Al usarlo el pezón no tiene presión y tiende a salir y hacerse prominente (figura 2).
Puede que tus pezones se lastimen durante las primeras mamadas y esto se debe muchas veces a las malas prendidas del bebé; para que esto no te suceda debes estimular a tu hijo para que abra bien la boca antes de prenderse y que tome parte de la aréola. La posición que se recomienda para estas primeras prendidas es la de panza con panza.
Pero si de todas formas te lastimaste puedes comenzar en cada toma y hasta que se solucione el problema, ofreciendo el pecho sano o menos lastimado. Antes de dar de mamar puedes poner hielo envuelto en una toalla sobre la zona lastimada. Esto te ayudará a disminuir el dolor inicial (es como si te anestesiara), debes tratar de que los labios del bebé queden paralelos a la grieta, si duele mucho trata de sacar la leche de ese pecho para que no se congestione y consulta con tu médico para que te dé una solución. Recuerda que hay que variar las posiciones para amamantar.
Otra de las preocupaciones de las mamás es la falta de confianza a la hora de alimentar a sus hijos con su leche.
Tienes que estar segura de que tu leche es lo mejor para tu hijo, ninguna otra leche puede suplantar la tuya.
“Mi bebé llora mucho, seguro que se queda con hambre y mi leche no le alcanza”: es un mito que está muy erradicado entre nosotros. Recordemos notas anteriores en donde te contaba que tu cuerpo es una fabrica a demanda durante la lactancia, si tu bebé toma mucho tus mamas tendrán mucha leche, pero si vas incorporando mamaderas con leche de otra especie, primero que tu cuerpo no va a producir más, entiende que la leche que toma el bebé es la necesaria y segundo estás quitándole a tu hijo la posibilidad de recibir el mejor alimento.
Para tener una buena producción tienes que dar de mamar dentro de la primera hora posterior al nacimiento y ofrecerle el pecho al recién nacido todas las veces que lo demande (de día y de moche). No le ofrezcas chupete o mamadera. Aliméntate bien y toma buena cantidad de líquidos. No fumes y si tienes que tomar algún medicamento tienes que tener el consentimiento del pediatra que atiende a tu bebé. Si tienes un buen descanso, tranquilidad y seguridad, ayudarás a una buena producción láctea.
Los pezones doloridos son los que duelen al comienzo de la mamada o durante su desarrollo.
Si te duelen los pezones al comienzo de la mamada, se debe a que el bebé mama cuando los conductillos todavía están vacíos; para evitar esto puedes masajear la mama desde la base para que la leche baje, o realizar la técnica de extracción.
Si los pezones duelen durante toda la mamada es muy probable que esté fallando la técnica de amamantamiento (repasemos: estimulo al bebé para que abra la boca, estimulo al pezón para que se ponga duro y prominente y me fijo que el bebé tenga dentro de su boca pezón y aréola) debes alternar las posiciones para amamantar y debes evitar provocar el vacío cuando retiras al bebé del pecho.
Te invito a coleccionar las notas siguientes y recopilarlas, ya que vamos a armar juntas una guía para la buena lactancia.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
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