La Cámara del Crimen local comenzó a juzgar ayer a un albañil de Villa Nueva, a quien el fiscal que instruyó la causa le atribuye haber abusado sexualmente de una menor, integrante de un entorno familiar indirecto.
Se trata de Arturo Barrías, de 35 años de edad, quien comparece privado de la libertad bajo la imputación de "abuso sexual con acceso carnal calificado, reiterado", "violación de domicilio" y "desobediencia a la autoridad judicial".
La supuesta víctima es una menor que tenía entre 10 y 13 años de edad a la fecha de los hechos que fueron denunciados por su madre hace exactamente 12 meses atrás.
La causa encierra una serie de desavenencias y conflictos familiares, que a fines de julio de 2008 incluso derivaron en una suerte de "pueblada vecinal" registrada en barrio General Roca, popularmente conocido como La Calera.
Por esa misma razón, la Justicia analiza en forma pormenorizada las pruebas colectadas en el expediente, sobre todo teniendo en cuenta que el delito endilgado a Barría tiene una elevada condena penal, que va de los ocho a los 20 años de prisión si es que llega a ser declarado culpable.

Causa privada

El juicio se lleva a cabo a puertas cerradas, es decir sin la presencia de público en general ni de los medios de prensa en la sala de audiencias ubicada en el quinto piso de Tribunales, ya que el hecho investigado es de instancia privada.
Precisamente por tratarse de un episodio de esta naturaleza, la legislación vigente impide que se divulguen la identidad de la persona presuntamente abusada u otros detalles que la revictimicen, más aún tratándose de un menor de edad.
No obstante, puede señalarse que Barrías fue denunciado por la mamá de la chica el 25 de mayo de 2008 y que el trabajador de la construcción fue detenido cuatro días después, por disposición del fiscal Gustavo Atienza.
El debate oral es presidido por el camarista Héctor Fissore y cuenta con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la abogada craikense María Cristina Valles (está a cargo de la defensa de Barrías), mientras que el secretario actuante es Roberto Jue.

Negó el hecho

A poco de comenzada la audiencia de la víspera, y tras la lectura de la pieza acusatoria, Barrías aceptó prestar declaración ante el juez y las partes. Si bien no trascendieron detalles de lo que expuso, sí pudo saberse que negó rotundamente el hecho que se le atribuye.
Posteriormente se escuchó la declaración del ex médico forense Miguel Angel García -el primero de los testigos citados en la causa- y más tarde se dispuso un cuarto intermedio hasta hoy, a las 8.30, para la continuidad del debate. En la oportunidad se receptarán cuatro nuevos testimonios, siempre en forma privada.
Arturo Barrías nació en Villa Nueva y registra último domicilio precisamente en el barrio villamariense donde se produjo aquella reyerta vecinal de julio pasado, tras la presunta ocupación ilegal de una casa, pero todo ello en el marco de la grave denuncia que llevó al albañil a quedar entre rejas.

Certificados contrapuestos

Según trascendió, uno de los elementos de prueba discordantes que tiene la causa radica en dos certificados médicos contrapuestos, ya que el primero-expedido tres días después de la detención de Barría- documenta que la menor era virgen, mientras que el otro -confeccionado 18 días más tarde- establece que había sido desflorada y que presentaba una lesión ya cicatrizada.
El hecho que se procura esclarecer en este juicio ocupó importantes espacios periodísticos en las páginas de EL DIARIO, tanto por parte de la mujer que denunció los abusos como de una familiar del albañil, quienes sostuvieron posiciones encontradas en relación al caso.
Mientras la progenitora de la menor aseguró haber encontrado "in fraganti" a Barría cuando pretendía someterla a sus bajos instintos (incluso sostuvo que situaciones similares se registraron en varias oportunidades, pero que por miedo y violencia no denunció esos episodios), la otra parte asegura que su pariente fue acusado "sin prueba alguna" y deslizó que hay otras cuestiones detrás de la grave acusación en su contra.