Lejos parecen haber quedado los tiempos en que uno, volviendo de madrugada, podía encontrarse tirado en la calle un autito de colección, un yoyó, una valiosa estampilla o un billete premiado o uno con la esfinge de San Martín impresa.
Lo que encontró la Policía ayer a la madrugada, abandonado en una esquina del Centro sur de la Villa, asombraría al más pintado. Dice, textualmente, el parte de la Departamental San Martín: “Villa María. Secuestro de drogas.
En la fecha (por ayer) siendo las 4.20 horas personal de la patrulla preventiva en calle Mitre y Buenos Aires, desde la vía pública secuestra una sustancia compactada tipo ladrillo, de un peso aproximadamente de 500 gramos, la que al ser observada por su color verde amarronado sería compatible con marihuana, por lo que es puesta a disposición del señor juez Federal de esta ciudad”.
Desde luego, en el mismo momento en que la sustancia prohibida fue entregada al magistrado, la investigación del caso se cerró por carecer de pista a seguir. Es evidente que, más allá del costo que la droga tiene, nadie se va a presentar para reclamarla. ¿Tal vez se cayó de la moto de algún delibery? ¿Quizá alguien que alcanzó a deshacerse de ella al ser seguido por la Policía? Preguntas, hipótesis... y silencio.
Cabe consignar que no se registran antecedentes de un caso semejante en la Villa y que las fuentes policiales consultadas se mostraron remisas a dar mayores datos que los que se mencionan en el parte de prensa. Tan solo trascendió que la importante cantidad de droga fue encontrada por efectivos que patrullaban la zona. Nadie había alrededor, no se registraron detenciones en relación al asunto, no hay sospechosos (al menos no se lo reconoció públicamente), ni hubo testigos. Un misterio.