La mayoría de las mujeres que denuncian hechos de violencia luego se arrepienten: hablan y después dan marcha atrás, e incluso llegan a pasearse de la mano con el hombre al que acusaron.
Todo esto se desprende del diálogo que ayer mantuvo la jueza de Paz, Mary Farías, con EL DIARIO en su despacho, al filo del mediodía.
La funcionaria indicó que hay entre diez y quince casos de violencia familiar denunciados por semana, una cifra más que alarmante. No obstante, aclaró que “si bien todo hecho de violencia es grave”, no suelen presentarse casos extremos o que pongan en riesgo la vida, como el que sucedió el lunes en barrio Las Quintas (un hombre apuñalado y una mujer baleada).
Farías no habló de este caso en particular, ya que desconocía los pormenores por encontrarse ese día de viaje. No obstante, no escapó a las preguntas sobre el tema y dijo que “la sociedad está sumergida en la violencia”.
Los casos
Por su función, la jueza conoce de más de una decena de casos por semana. Pero lo que más le llama la atención es que en la mayoría de los hechos, la denunciante luego se arrepiente.
Por lo general, quienes revelan estar padeciendo situaciones traumáticas son mujeres. Y en la mayoría de los expedientes se ve que acusan a sus maridos, concubinos o novios.
A diferencia de lo que se registra en Villa María (en Tribunales hay una Mesa de Violencia Familiar, ubicada en el tercer piso, que atiende exclusivamente sucesos de esta naturaleza), donde el mapa de la agresión casi no deja a nadie afuera (hasta se constatan situaciones de hijos que maltratan a sus progenitores), aquí la generalidad está dada por el castigo, ya sea psicológico o físico, al sexo femenino, por parte del varón. Aunque también hay algunas denuncias de hombres contra mujeres. Casi no aparecen, y es para destacar, maltratos a hijos.
¿Por qué?
La titular del Juzgado de Paz expresó que “en muchas ocasiones, cualquier desavenencia desemboca en golpes, más allá de que haya celos o razones económicas”. ¿La droga? “sólo en dos casos en los últimos años” observó Farías.
La funcionaria, que hace ocho años está en este cargo, resaltó que “antes no se denunciaban tantos hechos, ahora se animan más, pero a veces denuncian y después no la sostienen. Son muchos los que luego se arrepienten y piden que se levanten las denuncias, algo que no se hace”. “Uno muchas veces ve que tras la decisión del juez (de Familia, que ordena medidas como restricciones de acercamiento o exclusiones del hogar) la denunciante vuelve a entablar relación con el denunciado”, reveló.
Farías actúa a veces sin la custodia de la Policía (salvo cuando se dictaminan exclusiones) y remarca que nunca fue agredida.
Otras notas de la seccion Locales
Olaviaga y Bedano en el racimo de opciones
Los comicios marcados por la presencia de Zannini y Cavagnero en las boletas
"Ya no es factible sostener la imagen de familia dominante"
Entusiasmo y aprendizaje: lo que dejó la Feria de Ciencias
"Cada vez más niños se involucran en la ciencia"
|