Gabriel “Lagarto” Miranda (38), acusado del homicidio de Aldo Rimoldi, compareció ayer (39 días después de ocurrido el hecho) en la Fiscalía del Segundo Turno de los Tribunales locales, a cargo de Gustavo Atienza, para prestar declaración indagatoria en la causa en su contra.
El imputado, ya repuesto completamente de las heridas cortantes sufridas durante la riña que protagonizara con la víctima, acudió acompañado por su abogado defensor, Eduardo Luis Rodríguez, y permaneció desde las 11.30 hasta pasadas las 13 en el despacho del funcionario judicial y regresó luego al penal del barrio Belgrano, donde permanece alojado mientras se instruye la causa.
Según pudo conocer EL DIARIO, durante su declaración, Miranda reconoció que entre él y Rimoldi existía una relación de “amistad” y al mismo tiempo, una relación comercial y reconoció, también, que entre ambos existió una riña. Sin embargo, aclaró que la disputa no había sido por dinero, desestimando, de este modo, todas las versiones que circularon en una primera oportunidad, horas después de la pelea en la que Rimoldi resultó herido de muerte.
De acuerdo con los trascendidos, rememorar el hecho, habría sumido al imputado en un estado de ánimo de notable angustia por lo que, tras testimoniar durante una hora y media, el defensor solicitó que se suspendiese la indagatoria, que podría retomarse la semana entrante.
Consultado sobre los motivos por los que Miranda había comparecido ante el fiscal tanto tiempo después de ocurrido el hecho, el abogado Rodríguez manifestó que “estábamos esperando los resultados de la autopsia y unos informes telefónicos”, explicó, sin brindar más detalles.
Cabe recordar que todo comenzó poco después de las 20 del martes 21 de abril, en el domicilio de Rimoldi, ubicado en barrio Ameghino de esta ciudad, donde Miranda y el empresario discutieron acaloradamente, en apariencia, por una deuda. Al menos, así se dijo en un principio. A tanto llegó el entredicho, que los vecinos, alarmados, llamaron a la Policía.
Mientras tanto, el altercado continuó subiendo de tono y de las agresiones verbales, los protagonistas pasaron a la violencia física.
Cuando los uniformados llegaron, encontraron a Rimoldi herido de gravedad (tenía un cuchillo clavado en el extremo inferior de la región cervical, zona posterior e inferior del cuello) y a Miranda en el lugar del hecho, también con algunas heridas, aunque, al parecer, de poca consideración.
Rimoldi fue llevado al Hospital Regional Pasteur, adonde ingresó con el arma clavada, un cuchillo con una hoja de unos 20 centímetros y mango de madera.
Miranda, en tanto, fue trasladado a la Comisaría.
Durante la madrugada del miércoles 22 de abril, aproximadamente a las 5, Aldo Rimoldi murió como consecuencia de las heridas sufridas.