Anoche se realizó la conferencia del destacado doctor en sociología histórica Waldo Ansaldi en el Rectorado de la UNVM titulada “Memoria y olvido como cuestión política”, en el marco del 40º aniversario del Cordobazo.
La charla significó además la apertura del ciclo de “Cátedras populares” que impulsa Extensión universitaria y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Precisamente de dicha dependencia nacional participó el cordobés Eugenio Reati quien recordó haber “armado barricadas” en la gesta de 1969 con sólo 10 años y luego haber compartido en la última dictadura una celda con el dueño de la Citroën, fábrica que fuera tomada por los trabajadores en el mayo histórico.
Como organizadora del evento, Silvina Requena de la ACER (Asociación Civil Eduardo Requena), le entregó una plaqueta simbólica a Ansaldi antes de fundirse en un abrazo. El historiador, en su alocución, no obvió recordar al docente desaparecido con quien compartiera tareas en el Instituto Rivadavia de nuestra ciudad.

Las distintas razones

Mediante una brillante y exhaustiva disertación, Ansaldi abordó el Cordobazo y en especial cómo se lo recuerda, desde una perspectiva histórica (reseñando la instalación de dictaduras institucionales en América Latina y la doctrina de Seguridad Nacional desde Estados Unidos o el plan de Guerra Total, donde “el enemigo está en todos lados”) y desde la dualidad memoria-olvido, como “tensión co-constitutiva de nuestra cultura”.
Para ello trajo a colación las matrices judía (la obligación de recordar desde la ley) y griega (la prescripción de recordar las desgracias) y la intencionalidad del olvido por aquellos que han llevado a cabo acciones represivas.
“La memoria siempre es la memoria del poder”, sentenció, por ello “en ningún archivo histórico se encontrará un documento crucial de las luchas sindicales como el panfleto”. Pero “esa misma tensión entre aquello que se conmemora y aquello que se deja apartado, también se produce en un mismo grupo o clase social”, indicó.
“El Cordobazo fue la manifestación de protesta más alta de la historia, pero se ha dado por diferentes razones.
- Hay una conjunción del estudiantado universitario con el movimiento obrero que data de la Reforma del ‘18 y no se corta aún ante las diferencias que se plantearon durante el peronismo.
- El movimiento obrero cordobés, dentro de un polo fuertemente industrial, estaba compuesto por sindicatos muy organizados, trabajadores altamente calificados, bien remunerados, combativos y con independencia partidaria y sindical (disidentes de la CGT). Los sindicatos que habían armado las propias empresas como Fiat eran aún los más radicalizados.
- El estudiantado no estaba alineado con el peronismo. Se hallaba convulsionado por la revolución cubana.
- Los docentes universitarios, a diferencia de Buenos Aires, no renunciaron a las cátedras sino que esperaron a que los echaran y así reclamar por la calidad académica. Los alumnos desarrollaron cátedras autogestionadas.
- La clase media reclamaba la carencia de libertades políticas y de toda expresión.
- Las discrepancias entre las fuerzas de seguridad cordobesas y la cúpula de Onganía, lo que deja la sospecha de la lenta reacción del Ejército el 29 de mayo.
- La muerte prematura de Máximo Mena, dirigente de SMATA”.
En síntesis, indicó: “El Cordobazo no inauguró la violencia política ni fue un entrenamiento para las organizaciones revolucionarias. La violencia viene desde siempre en nuestra historia, desde la Primera Junta, donde la idea es aniquilar al que piensa diferente. El Cordobazo responde con violencia a la violencia que venía desde 1945”.
“No soy de los que condena aquello que se aplaudía en los sesenta. No se necesita de juicios morales sino de categorías de análisis, de llegar a una explicación y reflexión tanto de la historia como de la misma sociedad porque lo que no se procesa reaparece del modo menos favorable”.

La gesta revolucionaria de volver a creer

La Federación Universitaria de Villa María (FUViMa) conducida actualmente por la Agrupación Solidaria de Estudiantes Independientes (ASEI), tiene el agrado de dirigirse a EL DIARIO del centro del país, con la finalidad de hacer públicas sus reflexiones sobre el reciente aniversario de la Revolución de Mayo y sobre la conmemoración de los 40 años del Cordobazo de 1969.
“El clima de aniversario de estas gestas patrióticas que tantas veces nos han congregado en torno a tradicionales festejos, nos convoca hoy como jóvenes testigos de una sociedad no muy cambiada respecto a la que compartieron nuestros compatriotas hace algún tiempo atrás.
Argentina y nosotros como argentinos, somos y hemos sido extremadamente prudentes en desarrollar y en participar de proyectos de cambio en torno a causas fundamentales de la justicia social. A veces, no nos resulta posible ni siquiera hallar en nuestra cotidianeidad las razones para motivarnos a reconocer su necesidad ni la grandeza para reflexionar sus consecuencias.
Nuestro amado país, la Patria de nuestros sueños e ideales resiente con tristeza el descreimiento y el desentendimiento de las funciones sociales, de los deberes ciudadanos y del compromiso cívico de conformar aquella Argentina Justa, Solidaria y Comprometida con la que también soñaban los ciudadanos de esta Nación hace 200 años.
Hoy más que nunca, es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros emprender la gesta revolucionaria que implica volver a creer, volver a concientizarnos en que no sólo es posible sino que es necesario volver a intentar cambiar el mundo.
Hoy, en conmemoración de los valores e ideales que motivaron tantos cambios necesarios en el desarrollo de nuestro país, tenemos que ser nosotros quienes con responsabilidad tomemos la posta en este 2009 rumbo al bicentenario y construyamos un país para todos.
Es necesario que nosotros los jóvenes, los estudiantes, los obreros, los profesionales... los ciudadanos de esta gloriosa Nación seamos quienes asumamos con grandeza el deber de renovar la esperanza de nuestros padres y cimentar los sueños de nuestros hijos.
Será, así, nuestra función social elevar el orgullo nacional y llevar el sentimiento patrio a cada corazón argentino, para que cada lugar de cielo en el que flamee nuestra Bandera celeste y blanca, no sea ni más ni menos que una parte del mismo cielo que todos los argentinos hemos de compartir y perpetuar. Será, jóvenes compañeros, nuestra misión como ciudadanos comprometidos en tomar las riendas de este país y llevarlo hacia la Argentina de las ilusiones, la Argentina de los sueños y esperanzas, la Argentina de los argentinos.
Con el desafío que representa el continuar este camino, FUViMa se toma el atrevimiento de seguir soñando con construir este país, de alentar a los jóvenes villamarienses, cordobeses y argentinos a volvernos viejos luchando en las políticas de juventud, a enfrentarnos al dolor de reconocer imposibles e improbables en las sendas de acceso a la participación y a nunca permitirnos olvidar que sólo el Pueblo UNIDO jamás será vencido.
Esperamos que nuestro humilde mensaje y el fruto de nuestras largas conversaciones cargadas de ideales y proyectos, sepa despertar hoy y siempre el sentimiento patrio en nuestros corazones. Ojalá sea la magia de este clima revolucionario y el aire de cambio quienes nos regalen el don de aprender a escucharnos, de aprender a entender las diferencias y contemplar las enormes posibilidades de en nuestras manos.
Sosteniendo el debate y el compromiso social como bases fundamentales para la construcción de este nuevo país, retomamos el deber de comunicar nuestras ideas y esperar en la lucha diaria y con los brazos el arribo de nuevas revoluciones patrióticas. Saludos.
Claudio Bruno,
presidente
Analía Sodero
secretaria General
FUVIMA (ASEI)