Ayer por la noche, el Verdi volvió a vestirse de gala con la reposición de la ópera “Capuletos y montescos”, luego de dos años, mediante un esfuerzo conjunto entre la UNVM y el Ensamble Lírico Instrumental de Buenos Aires.
Con la participación 20 coreutas de la ciudad y la región, con un elenco orquestal compuesto por docentes y alumnos universitarios, todos ellos dirigidos por las profesoras Manuela Reyes (la mezzosoprano que interpretara a Romeo) y Cristina Gallo, se revisitó la obra de Vicenzo Bellini estrenada originalmente en 1830 en Venecia sobre la famosa pugna fraticida entre dos familias.
El viernes, el musicógrafo bonaerense Carlos Alberto Alonso brindó una breve charla sobre la propia obra y el autor en la medioteca. Además de ubicar la pieza en el Siglo XIX donde los músicos comienzan a escribir sin depender de la nobleza o de la Iglesia y en el llamado estilo de “bel canto” (que compartía Bellini con Rossini y Donizetti), Alonso destacó la particularidad de una voz femenina para un personaje masculino (Romeo). “Esto constituye una rareza. Antes era común que los hombres castrados (castrati) interpretaran a una mujer, pero en este caso este ‘travestismo’ tiene que ver por una insistencia de Giulietta Grisi, amante de Bellini, para que Romeo sea encarnada por una mujer”.
Alonso contó por otra parte que el autor, fallecido a los 34 años, utilizó los principales temas de su fracasada ópera “Zaira”, para “I capuleti e i montecchi”, considerada su mejor obra. “Muchos creen que esta historia es de Shakespeare, en realidad él hizo una de las tantas versiones de la leyenda que pertenece al Renacimiento italiano. Lo mismo desarrolló Bellini mediante el trabajo de su histórico libretista Felice Romani, al llegar a Venecia luego de triunfar en Milán con la obra ‘El pirata’”. La ópera de “Capuletos...” cuenta con una muy buena instrumentación de apoyo a la línea melódica vocal y una buena puesta escénica de intenso dramatismo. El elenco se completó con la impecable soprano bonaerense Cecilia Layseca, los tenores Agustín Novillo y Mario Rossi y el barítono cordobés Federico Sirocchiaro.