El hombre está conduciendo por las carreteras de Estados Unidos. Allí ha empezado una gira despedida del disco "Remedios p’al corazón", que lo llevará también por Colombia, Chile (su país natal), y por Argentina.
Mientras se aferra al volante, el cantautor Alberto Plaza dialoga con EL DIARIO vía teléfono con "manos libres". La peculiaridad vial no sólo se reserva a un contacto con la prensa ya que los paisajes que absorbe de esa manera han sido fuente de inspiración para crear "las más lindas de mis canciones". El próximo domingo a las 20, el artista se presentará por primera vez en el Teatro Verdi con parte de su repertorio más conocido como "Bandido", "Polvo de estrellas" o la optimista "Pa’lante" (la cual, rareza aparte, terminó siendo cantada por un cubano ante Bush en la Casa Blanca). Más tarde dirá: “Mis canciones son como una ventana a la esperanza, quiero que sirvan para alegrar la vida”.
"Estoy por cumplir 25 años con la música. Las Bodas de Plata son una fecha importante para cualquiera", afirma Plaza. A propósito de la efemérides, el artista adelanta que grabará un disco de duetos "con canciones históricas y nuevas" junto a colegas amigos "que me han acompañado en mi carrera", pero no se juega a anticipar alguno. Tal condición celebratoria, merecía bucear en la génesis de su trayectoria.
- ¿Cómo inició su relación con la música?
- En realidad empecé de pequeño como aficionado. Estaba conectado a la guitarra como una extensión de mi cuerpo. Pero recién comencé profesionalmente a los 22 años.
- Antes probó estudiando Publicidad, Ingeniería y Economía.
- Es cierto, pero cuando estaba en esas clases sentía que había un llamado de la música sumamente claro. Estoy convencido de que si uno nace para algo no hay forma de evitarlo. Y eso que vengo de una familia bien tradicional y la música se veía como una actividad riesgosa. Pero creía que tenía un talento y una pasión marcados.
- ¿Y por cuál artista comenzaste a cantar?
- Yo escuchaba el folclore chileno con Violeta Parra, el argentino con Mercedes Sosa y los Chalchaleros, a los cantores italianos, pero creo que el que me marcó para siempre fue Silvio Rodríguez. Y eso que no comparto sus ideas políticas. Tenía 15 ó 16 años cuando descubrí su lenguaje y cómo logró el matrimonio entre la poesía y la música. Creo que va a ser considerado como uno de los más grandes poetas de habla hispana. Es tan formidable que debe hacer fuerzas para bajar su lenguaje a un nivel de comunicación para que podamos comprenderlo.
Plaza, a la par de su carrera artística, ha desarrollado una ONG de prevención contra el maltrato infantil denominada "Voy a cambiar el mundo" (dos subsedes se hallan en Córdoba y San Francisco). Ante dicha actividad social se le preguntó si alguna vez fue tentado para un cargo político. "Me han consultado, como a varios artistas, tras la apertura democrática, dado que deseaban una participación pública de nuestra parte. Pero creo que los políticos tienen un afán de poder y de gloria personal que no comparto. Yo hago mis canciones para todos, no para algunos".
- Usted cuenta con una gran aceptación por parte del público en Córdoba.
- Tengo un especial recuerdo del público cordobés. La primera vez que fui allí toqué en un lugar para no más de cien personas y se llenó, con espectadores eufóricos. No lo podía creer. Además, el público argentino en general es afectuoso y tiene algo de extraño que es que va a un show sin saber demasiado a quién va a ir a ver. Eso le pasó a mi actual y genial coreuta, la cordobesa Coki Ramírez, quien fue con una amiga a uno de mis shows conociéndome sólo por una canción.
- No pasa lo mismo con el público de Viña del Mar
- Es distinto. Allí la gente es protagonista y ningún artista va a arriesgarse demasiado. Por suerte a mí me han tratado más que bien y fue donde me consagré. El festival, por otro lado, dejó de ser una plataforma de nuevas figuras para convertirse en un mero show.
Entradas. Desde 70 pesos.